miércoles, 5 de noviembre de 2008

Comenzar, concluir. ¿Cuál es la diferencia? Acostumbrada a la bipolaridad todo parecía dispuesto en oposiciones claras y fundantes. Cuando la bipolaridad desaparece la vida se muestra esquiva, o al menos dubitativa. Y lo que parecía contradictorio se le aparece como complementario.
Finales y comienzos se engarzan, copulan, mezclan sus olores. Y entonces los acontecimientos devienen en procesos, las efemérides saltan del almanaque y se enfilan en sucesivos puntos de un fluir rumoroso que dibuja una sola línea.
Subir hasta la cima, bajar hasta el abismo. Nave espacial o submarino. Enamorarse o desenamorarse -porque el opuesto del amor es la indiferencia.
Parece que parece que la paz es posible. Parece que parece que la ataraxia es posible. Parece que parece que el nirvana es posible. Y ella se va. (Lulu toma el taxi, Laura va ...)

3 comentarios:

Javier dijo...

Y, quien sos vos o yo para decir basta?
Yo ni siquiera termine con la historia de la pavita ni publique mis recetas secretas ni como se hace un masage para enamorar ni, ni ni.
Las cosas hay que saber esperarlas, disfrutarlas como si fuera la ultima vez, tenerles cariño, saltar la tapia y entrar al baldío, descubrir mensajes del pasado, de otras gentes, de otros lugares, olores a pinturas y tierras amargas, plantas que lastiman la piel desnuda, cuentas, soldaditos a los que les falta un brazo, tapitas de bebidas perdidas como sus sabores en la memoria. Este es nuestro baldío, y asi debe seguir siendo, que no nos construyan una torre de vidrios reflectantes, aburridamente inteligente, con gente que va a la oficina sin un minuto de mas. Este es mi minuto y lo empleo en unos mimos al eter, si es que estas ahí.

laura dijo...

Pero quién te entiende? Ahora que pensé que íbamos a estar de acuerdo cambiás de posición. Debo admitir que yo lo hice primero. Juego de espejos.
Estoy aquí, pero yéndome, como -casi- siempre.

Unknown dijo...

cada tanto leo un poco. no escribo, porque no se. yo no cerraria, pero...

un abrazo

claudio