lunes, 21 de abril de 2008

beatus ille

Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruido!
Fray Luis de León

Cuando la cosa se pone espesa la que te dije, con la cobardía que la caracteriza, dice "Patitas pa' qué os quiero" y pone pies en polvorosa.
Hace una cita erudita -no tanto- y se refugia en un lugar al que nadie entra hace mucho, pero la que te dije la sigue parlando. Callarse nunca.
Yo me lo sospechaba, la que te dije se borra, como Casildo Herrera y como tantos otros.
Tanto hacerse la biba, termina siendo una vova, la que te dije. Y para colmo lo justifica con el beatus ille.
Pone una foto de tiempos mejores, escribe dos voludeses, y se baja del 503, la que te dije.

sábado, 12 de abril de 2008

Navegar es preciso 7 (Poesía golechota de Ariel)

como si navegáramos en mares incendiados
así nos juntamos así nos convocamos
como si incendiáramos los mares
los mares de mares
mares dulces
dulces mares
los ríos de mares
así iniciamos rituales de menta
de mentes
rito tribal para subsistir
para resistir a la muerte
para matar a la muerte y luego zarpar

y la nave irá porque navegar es preciso
la nave de los locos se mueve por su propio impulso
pero se detiene ante la duda y se paraliza ante el miedo
la nave quiere ir
las naves queremos ir porque navegar es preciso
menta demente nos inmola al incendiarnos
y el humo nos limpia
porque la ceniza es la perfecta síntesis de la transformación
y el humo nos intoxica en su imperfecto mareo inconsciente

la menta se quema
el humo nos llena
soplamos las velas
sin cumplir años y cortamos el cordón que nos ata
cortamos el cabo del ancla
tiramos todo el lastre y lo ahogamos
nos ahogamos para desahogarnos

la menta se quema y la ceniza vuelve al agua
donde siempre estuvo
río santiago es todo gris
gris de humo gris de niebla gris de ceniza
quemamos menta y todo se ordena
soplamos velas apagamos velas incendiamos velas mojamos velas
entonces podemos partir hacia la locura
en nuestra balsa goletera
contra la corriente a sotavento
a barlovento nuestro
aguas arriba madera vieja juventud nueva
a favor de nuestro viento que nos sopla
nos mueve nos empuja nos levanta nos
nos fuimos
navegamos sin orillas navegamos
navegamos sin puertos navegamos
nos fuimos

Un a brazo a todos y a cada uno, ARO (navegante serrano)

lunes, 7 de abril de 2008

Navegar es preciso 6

Agotadas las críticas y menciones a los roncadores, aunque no el resentimiento de los que no saben como lidiar con el insomnio propio, los audaces bachotos tuviéronse que enfrentar a un momento por demás difícil. La situación fue anunciada por el bigotudo de voz grave, quien hablándole a una botella vacía cual calavera hamletiana mientras trataba de mantener la posición erecta, la de él in toto, y no la del toto dado que hace rato renegó no sólo del dramamine sino que también del sildenafil, pues estaba parado en la punta de la montaña de corchos que había liberado horas antes y, como luego supimos, sufre de vértigo al alcohol, quien seriamente y con un dejo de preocupación y angustia suspiró ..." partir o no partir"... ... La frase se soltó como un estiletazo en el momento justo en que el cotorraje hizo una pausa mínima, el silencio quedó petrificado, los vientos se paralizaron, los cormoranes, los biguaces y los chotacabras se cristalizaron en el aire, y el río, el del ocre consuetudinario, palideció repentinamente... ...El bigotudo quedó callado, según los que lo quieren, debido a su pasado shakespierano, tal vez esperando que la botella le contestara, según los que lo conocen, por la torpeza de su lengua depuse de honrar a sus deidades preferidas: Dionisos y Baco. La cruel realidad azotaba despiadadamente a quienes habían planeado en detalle, a consciencia, y obsesivamente meditado el viaje. El gris se sublevaba, mientras la lluvia traicionaba nuevamente a quienes, hoy crecidos, o no tanto, ya había reiteradamente herido durante la infancia estropeando infinidad de días de potrero, playa, y rin-rin-raje con saña de tarántula malsana.Los simplistas, o ignorantes rasos en las lides de la mar según las veleidades de quienes hacían ostentación de experiencia obesa en los botecitos a pedalines del bosque, razonaban... ..." agua hay, barco hay, viento hay, velas... las hay... ... que llueva es índice de que el río no se secara"... y al unísono exclamaron... ..."!!!descorchemos el horizonte!!!!"... ... el mas musulmán del grupo, alimentado por la pasión de los temerarios, interrumpió su encuentro con la oración, venció la gravedad que lo ataba al suelo, batiose con una aguerrida botella de champagne y su metálico enjambre en cinturón de castidad mientras gritaba... ..." a desalambrar, a desalambrar, que ahora le toca al vecino!", descorchola, y cuando estaban prestos a la libación en celebramiento de la partida, el muchacho que siempre soñó con un micrófono, ese que ponía la pelota para ser capitán del equipo que jamás lo elegía, ese que se hacia barman para dominar la botella que nunca paraba en su copa, irrumpió en escena, grave y lacónico... ... "... no!!, es una locura, hay pronostico de lluvia de gota gruesa, remolinos de hojas secas, y tengo un amigo que sabe... ... volvamos a la costa, friamos tortas, y si no hay tortas,. buenas son las tortillitas, dejemos la odisea para algún DIA fácil...que el puente a colonia será una realidad irrefrenable"... ... a él se sumaron voces desmovilizadoras, al decir de románticos memoriosos de los 70, trayendo nefastos augurios mientras intentaban, vanamente, amedrentar a los decididos aventureros... ... Uno de los desmovilizantes acudió a un artilugio subestimando la ignorancia de los presentes, que frecuentemente es sabia desde el desconocimiento mas elemental. Usando el mas adustos de sus gestos después de haber desparramado la historieta de haber cruzado, con la ventaja de un navío, el atlántico, lo que no es precisamente a nado, como si hubiera sido participe y testigo de las 20.000 leguas de viaje submarino, y eso si que era difícil, se levanto repentinamente, y sin siquiera otear el horizonte, mirar las nubes, ni poner el dedo índice ensalivado al aire para determinar de que dirección y con que fuerza venia el viento, miro su casio paraguayo y dijo: "... ... santos cummulus limbus!... la presión ha bajado! presiento un mal aguacero!"... ... otro de las mismas huestes rezaba su rezo marino... ..." Neptuno, yo soy un buen marino, jamás le pego a cíclopes que usan anteojos, ni permito que mi mujer teja bufandas, Oh, Neptuno, todo poderoso, a ti te entrego la popa, no hay otra ideología en tu reino, pues muertas ya no existen derecha ni izquierda, solo el estribor de tu designio y el babor de tu deseo son la luz que alumbran y deciden mis mareas y mis destinos..." ....y mientras tanto buscaba al capitán Cayo Seco para aconsejarle seguir luces rojas baborientas de plaza moreno. El capitán Cayo Seco renegaba de la partida, y los pocos que se sumaban a un retorno sin gloria ni historia tenían más que sobrada ascendencia con el marino a cargo de la empresa.Pero estos hombres, tan ricos en historias de sobremesas del club regatas, tan marinos como jinetes son los que socializan en el jockey club, no contaban con el poder parapsiquico de los cultores del Dios Onan, secta pacifica reconcentrada en si misma. Como superhéroes ante una amenaza contra la humanidad, solo con intuirse la mirada, mandaron a tres súbditos a hacer uso de sus artes. Los escribidores de la historia hablaran de brujos, enviados del demonio, herejes, adictos a humos del pecado, paganos del vicio, dejaran esculpidas para la eternidad condenas a hogueras, cadalso, látigo, potro, y nefastos deseos de escarmiento. Lo cierto es que este trío de pitonisas, sacerdotisas, y adoradores de totems, tomaron su botiquín de primeros auxilios para realidades inconvenientes y se aislaron para proceder a un rito silencioso y más que bien intencionado. Si bien la receta es secreta y solo disponible para el grupo de aceptados y probados, quienes después de haber probado han gustado, pues aquellos que probaron y no gustaron son automáticamente rechazados y alejados de los secretos sectarios, se supo tomaron hojas de un yuyo robado de jardines de una bruja, éteres de almas de sapos que aun esperan besos de princesas negándose a aceptar que princesa que promete miente, una pócima de cremita para dejar violeta a quien asienta (o a quien se siente), plumas de cormorán viudo, valido de vaca tuerta, y danza de mosquitos alimentados a dengue tatengue. En circulo cerrado, a braza y rezo lento, mezclaron los elementos y pidieron a la madre naturaleza que tuviera la natural atención de aplazar la tormenta para poder zarpar hacia la vida. Claro que todo tiene su precio, y, en este caso, el precio fue cumplir con la promesa de abonar las arenas del río con productos que se vuelvan arena, pues de la arena venimos, como relojes de conos invertidos, y a la arena vamos, especialmente desde que los polvos fueron perdiendo humedad en otoñales hojas cayendo de moribundos calendarios. Y que mejor que abonar el fondo del río con el artesanal vidrio, hijo mismo de la arena y la paciencia milenaria con que la tierra cobija y eterniza a los hijos del mar. Los rezos fueron escuchados, las oraciones atendidas, los humos aceptados por los aires, los sapos asumieron su eternidad de sapos y que los besos de princesas son cosas de la vida paralela que se vive y se disfruta mientras se duerme, los validos encontraron el alimento de sus terneros que se alejaba en tachos, y las plumas dejaron de revelarse contra el viento y se dejaron llevar invitadas a su destino mientras los cuerpos de sus cormoranes seguían intentando contrariar a la masa de aire que se mueve inevitable.... .... y la tormenta paro, aflojo la lluvia, y el correntino devenido a prefecto ante la enésima llamada telefónica cambio el estado de alerta.... .... " ñai campuruchayaguay, che! bachotimenrengoñipaju! que joder! oromañayugujai y que los trague el río!" y se levanto el alerta, se abrió el río el tiempo suficiente para que las huestes rebeldes pudieran honrar el destino de estirar cada horizonte buscándose mas allá del mismo, no para encontrarse, sino para seguir buscando como corolario y como forma de vivir viviendo... ... Y acá empezó el viaje, pero no la sacrificada ofrenda de botellas que ya habíase iniciado la noche antes, quizás por instinto, por casualidad, o sólo por ser uno de los pocos hábitos posibles hasta ese momento. Mas luego, descubrimos el tai chi, si bien algunos instintivamente relacionaron con el sake, que también viene en botellas, es decir arena reciclable, nos abrió el mundo a otros hábitos nuevos como el de vascular agarrándose de un árbol, y caminar sobre hielo descalzo sin enfriarse las patas... pero esto es ya otra historia, que sigue a la del viaje. Todo a su debido tiempo haciendo lo que mejor se hace, es decir hacer más que prometer, en este caso viajar pues la puerta estaba abierta y atrás quedaba lo inalcanzable, el pasado... un imposible para las velas, aunque no para el alma. ya navegar no es preciso, es inevitable... un abrazo el poyo