sábado, 10 de enero de 2009

diâlogos capîtulo 5



"Negrita yace asustada, la hormiga se le durmió. -Dios ya no quiere que baile...- me dijo y me sofocó. ¡Vamos negrita, bailá hasta el fin! Vamos, negrita, hacelo por mí. La curva no se ha mojado, ni patinó mi animal. Morena, vi tu camisa mojada, secando y arrebaté! Fuera pechito dañino, milagro te hará cambiar, un dedalito de caña, soplada y este ritmo zumbador. Tum-tum te agita morena, tu cuerpo se impacientó. -¡Dios ya no me aguanta quieta!- me dijo ¡corre, corrida, apuró!. ¡Vamos negrita, bailá hasta el fin! Vamos, negrita, hacelo por mí".

- No se, pero tengo en la memoria una imagen de tu abuela vestida de lanilla y viyela, grises, ocres y nada blanco, negro o de color estridente como los que se usan ahora. tu abuela estaba en ese cuento del gato. la vida era diferente entonces.- vos que sabes, si no conociste a mi abuela- a tu madre y a matilde, ellas me contaron como se contaba antes que empezaban desde el principio no como ahora que te resumen una historia de 2 años en tres lineas y casi toda compuesta de monosilabos.Las historias empezaban asi como presentando a las personas, gustavo, el hijo de juana, esa la que se fugo despues con raulito el pibe que empezo a estudiar filosofia y cuando se caso se dedico a otra cosa pero ahora esta de nuevo tocando la trompeta, mal o mas o menos. ellos vivian en la casa esa de calle Alberdi y Olazabal, ahora hay un edificio feo alli, pero cuando Dora vivia, Dora era la madre de Juana, la casa estaba llena de flores y pajaros que cantaban. Exactamente como me imagino la casa de Aureliano Buendia en Cien Años de Soledad. La casa era la tipica o no tanto casa chorizo o medio chorizo como se las conoce. Una casa con zaguan y cancel, con jardín e invierno cerrado por una mampara de vidrios traslucidos y amarillos y violetas.Los ojos de Ana, la hija de Juana y, no recuerdo el nombre del padre, porque no estuvo mucho tiempo viviendo con ellos, estaba con la venta de merca, no se que, un dia se engancho con la Teresa y todo termino mal. Buen pibe, encaró por el camino equivocado...La casa tenía un primer patio con helechos enormes y begonias de colores rojos, rosas y verdes, un segundo patio con lirios de un violeta alilado que todavia florecen en mi jardin, por ahi (dice señalando un lugar afuera de la casa), y mas atras, el gallinero y la casita de las herramientas.El papa de Juana vino de Sabadell, cerca de Barcelona en España, era republica por entonces. Eran de una familia acomodada pero se vinieron en parte por la guerra en la peninsula y en parte porque el abuelo de juana se habia gastado toda la pequeña fortuna familiar.- era jugador- no, no laburaba, como no habia ingresos, la plata se fue llendo hasta que casi no queda nada. Tuvieron mucho dinero hasta que perdieron las plantaciones de caña de Cuba.- pero no pudo haber sido el abuelo, si la revolucion es del 59.- no, fue cuando cuba dejó de ser colonia española alla por los ultimos años del siglo 19.- perdieron todo- si. porque los movimientos obreros y opositores y los gobiernos titeres de los americanos destruyeron toda opción economica...
Tenian una criada, creo que estaba enamorado de ella, habia piel. Pero los descubrio el administrador un tipo de pocas pulgas, Luis Gelves, flaco, algo mas alto que los blancos españoles y un poco mas bajo que los americanos.El abuelo se iba por las tardes, a la hora de la siesta a caminar por unas arboledas silenciosas en el calor pesado de la isla, aunque las plantaciones estaban en la sierra y el aire corria un poco mas rapido.Don Luis permitia que se divirtieran con las mulatas pero no que se enyuntaran y cuando percibió que la cosa pintaba mal, se presentó cuando el abuelo estaba acabando y le espeto.- Espero que la hayas disfrutado, es el ultimo y dandose vuelta le dijo, no le dijo nada, le nego hasta la puteada, ni mascullo un negra puta ni nada. La redujo a la nada sin desperdiciar un solo gesto.Voy a llamarlo a Batista para que te lleve a la Habana, el sargento me debe mas de una y no se va a negar.Del lado del abuelo ni una palabra. Pensaba fugarse con ella en cuanto pudiera. Irse a Nueva York a cantar tangos que habia aprendido en sus ultimas vacaciones en Buenos Aires.
- Si, contaban las historias desde el principio. Y como en el principio fue el verbo las viejas se lo tomaban al pie de la letra y le daban a la verba que ni te cuento. No sé cómo hicimos nosotras para aprender a hablar, porque en mi casa todo el mundo hablaba muchísimo. Era una batalla por el uso de la palabra. En un momento me dí cuenta que a mi viejo no le gustaba la gente charlatana sino los callados que se quedaban escuchándolo. Pero del lado de mi vieja también, no creas. Dos potencias se saludan, dijeron los dioses cuando se conocieron mi viejo y mi vieja. Eso sí, buenos conversadores, muy buenos contadores de cuentos. Yo no sé si me acuerdo de mi abuela o de los cuentos que me contaron ellos de mi abuela. Conocer el mundo es una tarea difícil cuando ya te lo han contado todo. Pero del otro lado no sé nada, de Juana digo. Esa gente calladita que nunca dice nada. Esa era la gente que más le gustaba a mi viejo, porque cuando algo no se dice da para las más complejas fantasías. Y a mi viejo eso le encantaba, inferir de los silencios las historias más truculentas. Pero él nunca me dijo nada de esa gente. Raro.

jueves, 8 de enero de 2009

diálogos Capítulo 4


-¿Cómo te volvés?

- Caminando, está lindo para caminar.

-Pero se está por largar a llover, te vas a mojar

-Eso es lo que me gusta. Después de un día de tanto calor la lluvia sobre la piel me encanta. Y me gusta el olorcito a lluvia, que ya se está sintiendo.

-Pero es muy tarde, son como la 1 y media, y es día de semana. Gus, ¿no la llevás a Laura?

-No, no quiero que me lleven. Prefiero caminar un poco y en todo caso después engancho un taxi.

-Yo te llevo, Negra, dale.

-No, no. Me voy caminando.


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Camina por la calle y caen las primeras gotas. Son gotones que se evaporan antes de llegar al piso. El asfalto está tan caliente que ni siquiera se humedece con la lluvia. Camina y respira hondo. Camina y piensa en ese respirar que le trae recuerdos de otras lluvias y de otros olores a lluvia. Respira. Camina. Casi no hay gente en las calles. Algunos pibes aquí y allá, algún borracho que se tambalea. Camina a la noche por la ciudad vacía y piensa en que a nadie le parece muy normal que ella prefiera caminar sola a la noche por la ciudad vacía. Lo que también prefiere es que nadie se haga cargo de ella, que nadie se ocupe de devolverla sana y salva a su casa. Ella no necesita de nadie y tiene que demostrarlo todo el tiempo. Mejor dicho: ella necesita demostrar todo el tiempo que no necesita de nadie. Es una mujer sola y está acostumbrada -desde muy chica- a hacerse cargo de sí misma. Nunca la cuidaron demasiado y por lo tanto aprendió a cuidarse desde siempre. Respira hondo y piensa mientras camina. Pero mientras camina y piensa, también tiene los cinco sentidos alertas por si hay algo sospechoso o riesgoso. Y de golpe se acuerda de algunas cifras tremendas: las mujeres, y sobre todo las nenas, suelen ser víctimas de hombres cercanos -maridos, novios, padres, hermanos, tíos, amigos de la familia. ¿por qué tenerle tanto miedo a la calle si un gran porcentaje de los feminicidios y las violaciones se producen "en el seno del hogar"?

Y se acuerda de Louis Althusser, que cuenta en El porvenir es largo que una tarde estaba dándole un masaje a su adorada esposa Hélène en el departamento en el que vivían los dos y que repentinamente se dio cuenta que Hélène no se movía porque él la había estrangulado. Althusser escribe un largo libro autobiográfico para explicar ese hecho, y para sostener que él no es un inimputable. Que no tuvo intención consciente de estrangular a Hélène, pero que lo hizo. La mató, la estranguló, le quitó el aire con el que respiraba.

Camina a buen paso. Sigue caminando y ni busca un taxi. La calle la llama, el agua la llama, el aire la llama. Tiene miedo. Pero más miedo le tiene a ...

"Daiana Giselle García, de 14 años, vivía en General Roca, Río Negro. La asesinaron estrangulándola. Estaba embarazada de siete meses. En el abdomen dejaron escrito: “Te gané Juan, me la llevé yo”. El culpable habría sido su pareja, César Offidani, de 25 años, quien se entregó a la policía. A Roxana Edith Collado, de 37 años, de San Rafael, Mendoza, la mataron a martillazos. Su amante Luis González reconoció que la golpeó con un martillo porque ella se negaba a dar por terminada la relación, y fue detenido. El de Daiana y el de Roxana fueron dos de los 207 femicidios que se produjeron a lo largo de 2008. La cifra es espeluznante. En promedio, cada semana fueron muertas cuatro mujeres como consecuencia de violencia sexista, a manos de esposos, concubinos, parejas, novios o ex parejas, algún desconocido que ejerció violencia sexual o un familiar cercano (...)"

... más miedo le tiene a la intimidad de la casa que a la calle. Y se acuerda de que leyó por ahí que, en la Argentina, las mujeres corren más riesgo en la casa que en la calle.-A la marosca -dice el Tipo- esta mina está más loca que una cabra. ¿A quién se le ocurre pensar en esas cosas a las 2 de la mañana y por la calle? Leerle le mente es más aburrido que chupar un clavo. ¿Y para esto yo le vendí el alma al diablo? Oro por baratijas, o vil negocio.
...
La negra camina sola, por la vereda ancha de la calle del suspiro. Es de noche y aunque a mi no me guste, sale, mordisqueando el filtro del pucho sin bronca, con método. A la negra siempre el método la pudo, el que la quiera tendrá que ser muy metódico, es una mina bajo siete llaves.- pero con poca ropa- je, a veces, si, a veces- a los tipos solo les interesa eso- que. a vos no?- no seas guaso.- el pecado del cuerpo.- a vos no te miran por la calle como si te fueran a cojer con los ojos- a veces si. Se siente incomodo, no le gusta ser el foco de atención y ahora todos miran hacia el.- no seas problema de genero, escupe- callate, que te cayes ahora. Hay ahora algo de violencia en la conversación.. no existe eso, que vas a reivindicar ahora a las feministas- feministas o no, muchas minas se identifican con la mujer combativa.- parecen tipos- no necesariamente. Adonde iba, ... Negra!, esperame. No me escucha y se pierde entre las sombras de la calle mojada.Mejor me voy a dormir.La luz de la cocina tarda en encender, llueve pero no me he mojado, el tiempo es extraño.Levanto el teléfono, Negra estas ahí?Es inútil, el sueño no llega.
Ella sigue caminando por la ciudad totalmente ignorante de lo que genera. Misterios.La lluvia -piensa- es como una de mis historias de amor, porque promete pero no cumple. Se ríe mentalmente porque en los últimos tiempos sus chistes siempre son un poco amargos. Tan amargos que casi nadie se da cuenta que son chistes.Ha dejado de llover sin que el calor afloje demasiado. ahora anda por las calles del centro de la ciudad y se acerca a su casa. Abre la puerta y debe confesarse a sí misma que siente una especie de alivio de haber llegado sana y salva. En la vereda de enfrente, el puticlú está en su mejor momento. Piensa en las chicas y mira a los clientes que tocan el timbre de esa casa que , si no se está advertido, no se nota que es un puticlú. -Uyyy otra vez se viene la marosca del género, me caches -se dice el Tipo que sobrevuela la cuadra gracias a esa levedad que lo caracteriza- Esta seguro que empieza con el rollo de la dominación de género y de clase ...Mientras abre la puerta no puede dejar de mirar a la vereda de enfrente porque hay algo familiar en la espalda del cliente que toca el timbre en ese preciso momento.-Pero si es ...!! No puede ser!! Sí, es él! Soy una tarada, él mismo me dijo que le gustaban los puticlús, ¿por qué pensé que era una pose para escandalizarme? Entretanto el Tipo mira lo mismo, al cliente que toca el timbre, largamente conocido. Pero el Tipo no se sorprende.
Ascensor, y después la puerta de su departamento. Llaves, luces, laptop, música, vaso de champagne de las botellitas que tiene en la heladera para ella sola. Gasta mucha plata en bebidas porque está hecha una loca compradora de champagne. Tanto que no la entusiasma el vino tinto, que es lo que siempre le gustó. Ser moderadamente alcohólica es una de las enseñanzas más visibles de su madre. Y ser moderadamente exquisita es uno de los aprendizajes propios más visibles. Necesita un rato de soledad antes de irse a dormir. De soledad consciente para aclararse la escena de la vereda. ¿Qué es lo que le molesta tanto de haber visto a ese hombre tocando el timbre de puticlú de enfrente? ¿Es pensar en el hecho del sexo pago? ¿Es algo acerca de la cosificación del cuerpo? ¿Es algo acerca de la cosificación del cuerpo femenino? ¿Es que esa cosificación la cosifica a ella porque la cosificación de una es la cosificación de todas? Piensa que es casi igual que las relaciones materiales de producción. ¿Que la cosificación que se está produciendo en ese mismo momento en la vereda de enfrenta cosifica todas las relaciones que ese hombre tiene en la vida también? ¿O es sencillamente que no puede concebir que ese hombre pague por sexo? ¿O es que le resulta perverso y exhibicionista que ese hombre haya elegido el puticlú de enfrente de su casa?-Bueno, al fin –dice el Tipo que en un esfuerzo de producción logró levitar hasta es octavo piso. Parece que ahora va a salir algo un poco más interesante. Tiene alma, la Negra tiene alma! Detrás de las siete llaves había algo que no era el coquito traca que te traca. Aunque hay que reconocer que antes de admitir que tiene algo más que el coquito tiene que darle, traca que te traca, al coquito.Como si lo estuviera viendo, la Negra inicia un diálogo mental con el Tipo. Es que el Tipo le ha dicho alguna vez algo acerca de las formas en las que ella performa su femeneidad. La identidad es algo más complejo que lo que ella creyó toda la vida, porque tiene algo de agua que fluye, no es fija como pensaba cuando era chica y se repetía “yo soy yo”. -¿Y si yo tengo celos de la chica de enfrente? ¿Me gustaría ser la chica de enfrente y entonces todo lo demás es una paradita, una pose para esconder el miedo y las incapacidades?Y de golpe la Negra se acuerda de aquella vieja canción que cantaba la otra Negra: “cuanto trabajo / para una mujer saber / quedarse sola y envejecer”.
-y, de cuanto estamos hablando?De golpe el viento se detuvo en la calle, la negra sintió una gota de sudor recorrer el lado izquierdo de su espalda desde el bretel hasta la cintura.El bigote de gustavo temblaba como siempre que quería meter un bocadillo y no encontraba las palabras justas. Tiene ganas de ponerme un boleo en el culo pero intuye que lo que pasará después no le conviene. Gustavo es un tipo calculador, entusiasta de la plástica pero loco desde que lo asaltaron detrás de la estación del tren.- cuanto? insistí, quiero saber si valgo algo en ese campo.
- Malo, no puedo venderte lo que no quieres comprar!.- por qué no?, si te da igual que a la rubia de diseño de enfrente- tiene las tetas azules- si, a mi no me seduce pero de noche no se nota tanto- tiene cancer, se hizo las tetas y ahora tiene cancer- problemas del oficio o del genero?- basta!, creo que el sexo comprado no tiene el romance que creo que me hace falta- podría...Jose se despierta en el sillón de tres cuerpos donde había caído la noche anterior.- que escuchaste? sabes de que hablamos?- si, vos pensas que una puta no puede personalizar su relación- una puta cara conoce bien los gustos de cada uno de sus clientes...- no, son personas, a veces pueden tenerte afecto, conversar, armar una relación- con quien, con el cafisio!- no, yo una vez sali con una, Daniela, nos conocimos en un puticlu y nunca me quiso cobrar un peso.- ves negra, por ahí ni siquiera te cobro... pero me invitas a comer!.- idiota, no es sexorama.
Javier está en las sombras. Escucha sin escuchar, no ha dicho nada hasta ahora.- respeto y confianza, murmuraEl resto del grupo esta entre copas, humeando en la penumbra de una lampara muy bonita, de vidrio y bronce.- respeto por el otro, respeto por uno mismo, respeto por los que somos...Es una voz ronca que se pierde y se escucha de a ratos.Javier se levanta y le apunta a nadie,- aun pagando necesitas de la confianza, la tuya la vendes facil y esta mal pero la del otro es mas dificil. - pagas y ya esta, no me vengas con boludeces, apunta Jose- si te fuera tan facil no chuparias ni te fumarias para hacerlo, necesitas bajarte al minimo nivel de confianza.- Ja ja, respeto por una puta, son basura. Una basura muy necesaria debo apuntar pero de ahi a respeto y confianza, no se que entendes vos por eso.A javier no le gusta discutir, no le gusta ganar la discusion, no le gusta perder, es de libra y necesita de ese equilibrio precario de la incertidumbre.- el mundo cambia, las putas antes eran respetables, a las otras, directamente se las tomaba por decir una palabra pulcra, se las violaba todas las veces que se queria. No Laura?- Yo no tengo tu suerte y me conformo con la mia.El silencio se adivina detras de los redondos ojos de Laura.
A Laura le importa el equilibrio, aunque no es de Libra. No le sale nada bien el equilibrio, pero por una vez no quiso discutir, ni ganar, ni perder. Respeto y confianza, ella no sabe de qué se trata. No suele respetar y menos tenerles confianza a los hombres con los que se va a la cama. Es más, no le dan ganas de irse a la cama con los tipos que respeta y a los que les tiene confianza. Es la garantía que tiene de que, en un momento dado, ella va a salir corriendo -si el tipo en cuestión no ha salido corriendo antes.Piensa esas cosa mientras que, sin darse cuenta, alguna de sus personalidades ha decidido romper el silencio, a pesar de que se lo habían propuesto entre todas.
-Derecho de pernada, ni un mugroso puto peso les costaba a los tipos. Cuando pagaban era porque algo valía mucho.
-Ya salió, haciéndose la culta -dice Jose que anda con unas ganitas de pelear un poco, con Javier, con Laura, con quien sea.
-Carajo -dice Laura- golpes bajos. ¿es que se te acabaron los argumentos elevados?
Javier piensa: "Picaste, tiburón", pero se calla la boca y pone una cara de "Picaste, tiburón" ampliamente interpretada por los contertulios, bastante avergonzados por haber sido pescados in fraganti.
Laura lee en voz alta:"Un aborto inseguro se llevó ayer la vida de una adolescente en Santiago del Estero. Una semana atrás, una nena de 12 años quedó sin útero y sin un ovario por un cuadro similar en Mendoza. La ilegalidad de esa práctica médica hace estragos en la salud de las mujeres en el país. Las complicaciones por aborto son históricamente la principal causa de mortalidad materna. Las últimas estadísticas oficiales, a las que tuvo acceso Página/12, indican que en 2007 fallecieron por esa razón 74 mujeres en todo el país, mujeres que seguramente no pudieron pagar un aborto seguro en el circuito clandestino. En cuatro años –entre 2004 y 2007–- murieron 340, la mayoría de ellas de menos de 35 años. “Lo más terrible es que son muertes evitables”, señaló a Página/12 el médico Miguel Curioni, profesor adjunto de Obstetricia de la Universidad Nacional de Santiago del Estero e integrante del Comité Provincial de Monitoreo de la Mortalidad Materna. En Santiago del Estero, reveló, en el 2008 las muertes por aborto treparon a 7, según datos extraoficiales. “Estamos viendo los efectos de la falta de anticonceptivos que hubo en el último año, por el corte del suministro desde la Nación y la ausencia de una respuesta adecuada en la provincia”, advirtió el especialista"
Jose dice:
-Y yo soy el que da golpes bajos?
- Un brindis?
Gustavo abre la puerta de golpe y deja caer unas gotas del brebaje que lleva entre sus manos.- toma tu parte demonio y vete, toma tu parte demonio y vete, toma tu parte demonio y vete dice entre dientes mirando sobre su hombro izquierdo como si alguien viniera detras suyo.
La puerta se cerró y los que estabamos cerca solo escuchamos un arrastrarse quedo.
- Comentario obvio: cada loco con su tema. Dice la Negra asomada a la ventana y mirando a Laura.Nadie se había dado cuenta de que estaba allí, de que había entrado por el costado y de que uno de los chicos le había abierto.
La negra tiene los pies pequeños y da pasos suaves, cortos. Usa una especie de bata que le compró un cliente en el barrio chino de la calle arenales.Como la bata es de seda, se pega a sus muslos, su espalda, sus pechos como una pintura de flores rojas.
Solo ella puede entrar a una reunión de las nuestras así y ser invisible a todos. porque nadie levanta la mirada, la conversación no se detiene excepto para beber o fumar. Es como si no existiese.
La negra es una especie de sueño. Laura no puede dejar de mirarla. Nada de lo que se hace o se dice parece tener en cuenta la presencia de la Negrita, ni de lo que la Negrita dijo. Todo sigue como si la última presencia inesperada hubiera sido la de Gustavo tirando agüitas por ahí.
La Negra se acoda en la ventana y prende un pucho en silencio. Mira para adentro y la indiferencia general la humilla. No se da cuenta que es simulación. Los perturba de tal manera que ni mirarla pueden. En cambio Laura no puede dejar de mirarla. Y la Negra siente esa mirada como un reproche, aunque en realidad es admiración y hasta un poco de envidia. Se hablan con los ojos, pero ninguna entiende lo que la otra dice. Pero fervorosamente se hablan con los ojos.

sábado, 3 de enero de 2009

pequeña plegaria


Quisiera rezar una pequeña plegaria. Quisiera creer que hay alguna plegaria para aliviar en algo el dolor de los 100 niños muertos por los bombardeos de la franja de Gaza. Y no pienso en los padres y hermanos que sobrevivieron a esos niños -y que tal vez ahora, en este preciso instante, también estén muertos- sino en el instante preciso de dolor cuando esos niños fueron heridos, en el instante preciso de terror cuando esos niños supieron que se iban a morir a causa de esa cosa que caía del cielo.
Rezo una pequeña plegaria -pequeña, modesta, inútil-. Rezo.
El pan nuestro
César vallejo
Se bebe el desayuno...
Húmeda tierra de cementerio
huele a sangre amada.
Ciudad de invierno...
La mordaz cruzada de una carreta
que arrastrar parece una emoción de ayuno encadenada!
Se quisiera tocar todas las puertas,
y preguntar por no sé quién;
y luego ver a los pobres, y, llorando quedos,
dar pedacitos de pan fresco a todos.
Y saquear a los ricos sus viñedos
con las dos manos santas que a un golpe de luz volaron desclavadas de la Cruz!
Pestaña matinal, no os levantéis!
¡El pan nuestro de cada día dánoslo, Señor...!
Todos mis huesos son ajenos; yo tal vez los robé!
Yo vine a darme lo que acaso estuvo asignado para otro;
y pienso que, si no hubiera nacido,
otro pobre tomara este café! Yo soy un mal ladrón... A dónde iré!
Y en esta hora fría, en que la tierra trasciende a polvo humano
y es tan triste, quisiera yo tocar todas las puertas, y suplicar a no sé quién,
perdón, y hacerle pedacitos de pan fresco aquí,
en el horno de mi corazón...!

viernes, 2 de enero de 2009

No bombardeen Buenos Aires

Madre antigua y atroz de la incestuosa guerra,
borrado sea tu nombre de la faz de la tierra
JLB
Cada bombardeo es el mismo bombardeo, no importa que haya sido en Londres o en Berlín, en Pearl Harbord o en Hiroshima, en uno u otro lado de la Franja de Gaza -aunque supongo que si bombardearan Buenos Aires sería un bombardeo distinto.
La guerra es una de las cosas a las que les he tenido miedo toda la vida. Por eso, a pesar de los mitos de origen de la revolución, siempre hubiera preferido la vía chilena al socialismo.
¿Por qué ese miedo a la guerra? Creo que crecí con los relatos de la Segunda Guerra Mundial. Mi padre, que era un maravilloso contador de cuentos, me crió contándome historias de la Segunda Guerra, como decía él. Pero para él un bombardeo sobre Berlín no era lo mismo que un bombardeo en Londres. Pero él, mi padre, hacía otras cosas para que la nena tuviera bien en claro cómo venía la mano desde chiquitita. Me llevó a ver una película que se llamaba "El nazismo al desnudo", que era un compilado de lo que habían filmado los yanquis y los rusos cuando avanzaron en la Alemania derrotada. Era lo que ellos filmaron, pero no lo que ellos hicieron.
Las imágenes de lo que dejó la guerra fueron aterradoras para mis ojos infantiles, aún una sola parte de las imágenes de lo que dejó la guerra.
Y mi padre insistía con los mitos y me crió con el mito de la Guerra Civil Española. La Última Guerra Justa. Y me mostraba el Guernica. Mis ojos infaniles se aterraban ante los ojos de la vaca, ante la boca abiera del caballo, ante la cara desconcertada de la mujer del borde izquierdo del cuadro.
Creo que he temido a la guerra toda la vida. Creo que esa es una de las pocas sabidurías que conservo.

Orígenes

Los orígenes siempre tienen un poco de gracia. O tiene un poco de gracia ir construyendo mitos acerca de los orígenes. Las personas también mitificamos nuestros orígenes como para darnos un poco de importancia. Cada quién a su estilo y de acuerdo con lo que le contaron y lo que inventa. O con aquellas cosas que cuando se las analiza se nota que uno tiene versiones muy infantiles, porque fue en la infancia la primera vez que las supo y las entendió como pudo.
Cuento un cuento. El de por qué en mi fantasía personal yo me autodenomino "La Alegría de la Revolución Cubana". Nací 9 meses después del triunfo de la Revolución y mis viejos en esa época eran pro cubanos. Me los imagino felices -cosa que en los siguientes años no fue muy frecuente- porque los barbudos habían entrado en Santiago, y después el Che tomaba Santa Clara ... Me los imagino tan alegres que decidieron concebir un hijo, en este caso una hija, que soy yo. Me crié con la música de Carlos Puebla, un disco traído clandestino desde Cuba por un amigo de mis padres que había ido como el primero de un grupo que se quería ir a vivir a Cuba para colaborar con la Revolución –para Hacer la Revolución después de la toma del gobierno.
“Plan plan plan, del machete, plan”, cantaba Carlos Puebla. Y Alejandro, el amigo de mis viejos recién vuelto de Cuba vía Praga, contaba que el Che era muy cerrado -cosa que se decía en voz baja porque hablar mal del Che era como hablar mal de Cristo. Pero para esa época yo ya tenía 3 años y ya para esa época el mito de la Revolución estaba instalado en mi cabeza.
En mi casa había un cuadro, que era de mi viejo, que representaba a "un guerrillero". Era una acuarela pero no tengo ni idea quién lo había pintado. Se refería a un guerrillero español, pero para mí era El guerrillero. Las imágenes de la Sierra Maestra publicadas por la revista Life también estaban allí y en algún momento mi padre apareció con los Relatos de la Guerra Revolucionaria del Che, y había que leerlo. Creo que yo ya sabía leer.
Y después, octubre de 1967. Recuerdo a mi viejo llorando. Fue la primera vez que ví llorar a mi viejo. Y recuerdo también que él no creía que lo hubieran matado al Che. En alguna revista (¿Primera Plana, Panorama?) se publicaron la carta y el poema que Cortázar escribió ante la muerte del Che, entonces papá me llamó y juntos buscamos un marco, un vidrio, cortamos la revista y yo armé un cuadro con la carta y el poema, y lo colgamos al lado de la imagen del guerrillero español. Yo tenía 7 años.
¿Qué hay de verdad en todo esto? Todo o nada. Todo porque es lo que yo recuerdo, nada porque cualquier otro contaría otras cosas. Son mis mitos de origen, con los que me identifico y contra los que me debo rebelar.