martes, 28 de agosto de 2007

Otro mas se pega al blog, otro que también "llégo"

Buenas a todos!
después de tantos años... muchas gracias al iniciador del blog y espero nos hará ganar tiempo para poder reencontrarnos pronto.
y bravo por haber recuperado el dibujo de la troupe!!
Laura, aunque no me acuerde de vos, no creas que son la unica a tener problemas con estas tecnologias...
en alguno de los mails alguien dijo ?y si no nos reconocemos?, yo adjunto, no solo eso, si no nos acordamos de los nombres ? porque encima juntenle el problema de los apodos usados en el blog!
en cuanto piensen en una fecha de reunion posible, publiquen, porquee yo tengo que planificar el viaje desde el otro lado del charco
un abrazo

Dardo

domingo, 26 de agosto de 2007

Aquí de nuevo

No sé todavía dónde corno va a aparecer esto que escribo, pero veamos:
buena deducción la tuya, Jedi querido, sobre la inquietante y enigmática raíz del "Llgué" del título. Sobre la frase del llanero, está ahí en el texto. Y sobre lo pinchado que viene el blogg que arrancó con tanto énfasis, espero que no nos ocurra, compañero Jedi, como con los compañeros primates anexos, que se alborotan escribiendo y embotellando las pantallas durante un par de semanas tras cada reunión, para caer en silenciosa abulia durante meses hasta el siguiente par de semanas, tras el siguiente encuentro.
Por eso lo que más valoro de este mágico reencuentro masivo que promovió batichicanuncagatúbelaaliasLaura, son los pocos verdaderos reencuentros perdurables, que se darán sin duda, y se están dando. Lo demás: los 15 minutos de fama virtual, los multitudinarios encuentros nostálgicos festivos, los abrazos etílicos, las pasiones fugaces, todo eso es anecdótico y con destino de carpeta polvorienta en lo alto del ropero, como las fotos.

jueves, 23 de agosto de 2007

¡LLGUÉ!

No sé cómo, pero aquí estoy. Temo que abusé del Cabernet, y mañana no tendré la más puta idea de cómo hice para aparecer aquí.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Fotos de una ciudad

N° 1 (marzo de 1973) Principio prometedor

Primer día de clases de primer año. Entro al colegio por la puerta de 49. Ese día tenía puesto un vestido Lacoste color turquesa, cortito como se usaba en esa época, y arriba un gurdapolvo, cortito también. Yo, laura, era todavía una nena: calzaba lo mismo que ahora, pero era flaquita y chata como una tabla –como se puede apreciar en la foto de 1º 3ª. Cuando llegué al hall central miré la escalera –esa escalera grandiosa del colegio, toda de mármol- y empecé a subir. En esa época nos dejaban solamente a las chicas subir por la escalera central para que no nos miraran las bombachas. Los señores iban por las del costado. Llegué hasta el primer piso y me encontré con Fufo Pérez Aznar -el de los pelos rubios largos y el poncho rojo de 5° año, se acuerdan?-, que era compañero de división de mi hermana mayor. Me dijo “Hola, Pinti chica”, me alzó y me pasó del otro lado de la baranda de la escalera, colgando en el vacío. Ese es un principio prometedor.

N° 2 (abril de 1973) El pueblo unido

Asamblea de la UNLP por la definición de las candidaturas a rector. Yo estoy allí sola. Voy a esa asamblea en el Comedor Universitario porque he sido electa delegada de primero tercera –autopostulada y sin competencia, para ser sincera. Todo es una especie de caos que yo miro con interés y sorpresa. De pronto alguien se para en una mesa y habla. Es una chica que yo conozco porque es compañera de mi hermana del Teatro del colegio. Todo bien, yo no entiendo nada, pero menos entiendo cuando alguien desde abajo grita “althusseriana” a modo de insulto, y se arma el bardo. Yo salgo corriendo.
Ese epíteto me quedó en la memoria, hasta que mucho después descubrí quién era Louis Althusser y su epígona chilena, Martha Harnecker que había escrito un librito que se convirtió en una especie de manual leroux de materialismo histórico en los años setenta.

Foto N° 3 (mayo de 1973) La Universidad del Pueblo

El colegio está tomado. Toda la Universidad está tomada porque la estrategia es presionar al gobierno nacional para imponer autoridades en la universidad, en las facultades, en los colegios. Es una toma larga, no sé de cuántos días, pero la imagen es entrar en la sala de profesores y ver un grupo de alumnos conversando. Estoy en la puerta de la sala de profesores y veo pasar a uno de tercer año con uno de esos escobillones grandes del colegio. Está barriendo el hall central porque la toma debe ser ordenada y debemos mantener el colegio en condiciones. No somos vándalos. Nos sentimos dueños de ese lugar.

Foto Nº 4 (spetiembre de 1973) Saludos a Vandor

Asamblea en el salón de actos. El salón está lleno porque hay una asamblea de urgencia. Acaban de matar al secretario general de la Confederación General del Trabajo, José Ignacio Rucci. Hay varios discursos, entre ellos uno muy virulento en contra de la acción. Se acusa a la izquierda, siempre desvinculada del pueblo trabajador, de haber matado al cpompañero Rucci. El que habla es uno de los referentes de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios), la organización de superficie para secundarios de la organización político militar Montoneros.
Esta foto no tendría ningún interés si al día siguiente no se hubiera empezado a correr el rumor de que no había sido la “izquierda cipaya” sino los propios Montoneros los que habían matado a Rucci.

Foto Nº 5 (septiembre de 1973) Los chicos de sexto

Es el día del bachiller y tanto los de sexto como los de quinto –ese año sacaron sexto año y hubo dos promociones 73- han salido en bicicletas a levantar las clases del Liceo. Un compañero de mi hermana me robó la bicicleta del hall y se la llevó a pasear por la ciudad. Ha habido una de las tradicionales batallas de naranjas de la calle 47 y después han vuelto todos al colegio a hacer quilombo en el patio. Yo estoy en el segundo piso con mis compañeros de 1º 3ª. Tenemos un compañero tremendamente ladilla al que yo he bautizado Mandarina, porque es pelirrojo y usa un equipo adidas verde - una rama con una mandarina en la punta. Los niños son malos, y nosotros somos bastante infantiles.
Mandarina, entre sus múltiples habilidades, tiene la de ser experto en explosivos. Ha llevado una lata y la ha llenado con la pólvora de un montón de triangulitos. Prende la mecha y hace saltar el pupitre del profesor por los aires, que es uno de esos viejos pupitres de madera amurados al piso. El estrépito es enorme y al ratito vemos llegar a Marcantonio corriendo y preguntándonos qué había pasado. El propio Mandarina, a quien pueden ver agachado en la foto de 1º 3ª, con su mejor cara de nene bueno respondió “Fueron los chicos de sexto, que se fueron por allí”.

domingo, 12 de agosto de 2007

plegaria para un niño dormido

En el día del niño, una plegaria

Plegaria para un niño dormido
Quizás tenga flores en su ombligo
Y además, en sus dedos que se vuelven pan
Barcos de papel sin altamar.
Plegaria para el sueño del niño
Donde el mundo es un chocolatín ¿a dónde van?,
mil niños dormidos que no están
Entre bicicletas de cristal.
Se rie el niño dormido
Quizás se sienta gorrión esta vez
Jugueteando inquieto en los jardines de un lugar
Que jamás despierto encontrará.
Que nadie, nadie despierte al niño.
Déjenlo que siga soñando felicidad
Destruyendo trapos de lustrar,
Alejándose de todo el mal.
Se rie el niño dormido
Quizás se sienta gorrión esta vez
Jugueteando inquieto en los jardines de un lugar
que jamás despierto encontrará

Hoy, más que ayer ...

sábado, 11 de agosto de 2007

Imperceptible Cataplúm

A lo largo de (los últimos años) los últimos meses, las últimas semanas y sobre todo en los últimos días, las palabras empezaron a perder sentido, de apoco, casi imperceptiblemente, y de golpe no se entendió nada.

El balde rojo había quedado como siempre debajo de la canilla del patio, sobre el cantero de los malvones y la situación no había cambiado cuando la señora Emma (primero), y luego el señor Juan (que ya no podía con lo que la extrañaba) se murieron ... Pasaron varios meses hasta que los hijos se ocuparon de las cosas de la casa y acumularon fuerzas para asomarse a todo lo que había que ordenar abriendo placares y cajones que nunca habían abierto (o que hacía tanto que no habrían) y que estaban llenos de cosas conocidas y que no se sabía que hacer, pero que tenían que hacer ... En esos meses en los que la casa quedó en silencio esperando por la visita de los chicos que ya estaban muy grandes, hizo mucho calor, mucho, y llovió muy poquito. Quizás por eso el cuerito de la canilla se debe haber resecado, o la junta se habrá dilatado de más y un día, cuando el sol le dio de lleno a la canilla del jardín, una gota de agua se asomó y después de un buen rato, empezó a caer y a golpear en el fondo del balde vacío, retumbando como un bombo, resonando como una caja resonando en esas coplas del norte que resuenan en el alma de los que escuchan atentos.

Las palabras fueron las que resbalaron, no las cosas. Las cosas, como no podía ser de otra manera, quedaron en el mismo lugar con el mismo color con el mismo movimiento con la misma disposición, pero de golpe: sin palabras. Como desde siempre, desde antes, mucho antes de nosotros. Las palabras asignadas ya no contenían el significado de las cosas. Algo se había roto. Algunos se quedaron mirando e intentaban pensar qué decir, cómo decir. Otros de a poquito se animaron y buscaron nuevos lenguajes.

El ruido del bombo y de la caja norteña de pronto se fue transformando en un platillo desafinado, a cada golpe más apagado y finalmente quedó un simple ruido de canilla que gotea y una gota que salpica cada tanto, muy cada tanto. Tanto duró el goteo que ya no se escuchó más. Menos se escuchó cuando el balde se llenó y la gota siguiente empezó a resbalar rebalsando por el pico del balde produciendo un silencio tan ensordecedor al tocar la tierra reseca, que se aturdían los helechos del cantero de enfrente ... así, luego de varios días de sorda desaparición del agua en la tierra seca llegó el momento que el rebalse empezó de golpe a acumularse sobre la superficie de la tierra húmeda y el barro se fue formando muy silenciosamente en uno de los costados del balde, por donde había quedado apuntando el pico, para el lado del borde del cantero....

Las palabras las usó al apóstol San Juan para intentar anunciar la Buena Nueva y luego, algunos que leyeron de otra manera a San Juan, como Nietzsche, las usaron para contar El Cuento de otra manera, y así otro, y otro, y otro se fueron sucediendo, y todos, uno tras otro, machacaron con las palabras sobre aquellos que quizás nunca quisieron palabras sino simplemente hechos, o imágenes, o cosas, aquellos que terminaron diciéndoles a los unos y los otros que sí, como a los locos, amén y a seguir con otra cosa, con aquella(s) cosa(s) que les interesa.

Hace poco los presidentes usaron las palabras entrañable amigo dicha a las tribunas televisivas para dirigirse a los padres de los chicos asesinados cuyas palabras parece que no se escucharon sino que automáticamente (?) se amplificaron. Las palabras que van y vienen y hoy pasan de la verdad al olvido en las revistas diarios y mequetrefes de la época que no hacen más que multiplicarlas gritarlas titularlas redecirlas rescribirlas y vaciarlas de contenido.

Entonces de pronto las cosas (mis cosas) se quedan sin palabras.

El balde lleno pesaba como unos 15 kilos. El barro se fue formando en el frente, del lado del pico, y asi el balde se fue hundiendo de a poquito, de ese lado, hasta que un buen día se cayó, de golpe, y pegó contra el ladrillo del cantero que se partió en tres pedazos al chocar con la baldosa. Detrás del ladrillo golpeado se cayeron otros tres ladrillos, se derramó un poco del barro-tierra del cantero y finalmente se descalzó el gran malvón que se vino para adelante como intentando volver a esconder la raíz que corría serio riesgo de quedar al aire.

En la película "Reconstrucción" (que no entiendo por qué le agregaron en el título en español "de un amor") las palabras están en un segundo plano y además se juega con las palabras durante toda la película. Las imágenes y sus texturas nos hablan de las cosas de otro modo, y está bueno.

Cuando los hijos finalmente aceptaron celebrar esa ceremonia de la reconstrucción a partir de los placares y los cajones, se encontraron en el patio el cantero roto el balde caído el malvón florecido y crecido como cubriendo una herida ... (seguro que fueron los pibes del barrio que se metieron a curiosear), (seguro que fue en un día de niebla, de esos donde el porvenir es todo por saber y uno busca con pasión señales, cosas, significantes).

Al igual que otras tantas películas abrazos fotos caricias imágenes besos esculturas cuerpos enredados música platos de comida vinos, son todos refugios a donde ir cuando suceden estas catástrofes con las palabras, cuando de golpe nos encontramos a solas, nada más ni nada menos que con sólo las cosas y ese, ahora insensato, envión que traíamos de tanto hablar y hablar y escribir y escribir...

La Luna del Lado Oscuro

All that you touch
All that you see

and everything under the sun is in tune
but the sun is eclipsed by the moon.

Dark Side of the Moon, Pink Floyd (1973)


Puro brillo… y nosotros en el papel de la luna (Tormento dixit)

Glorioso papel de la luna!!!

El tiempo pasa la luz permanece. Por suerte. Es cierto.

También es cierto que no estuvieron solos los pinksfloyds hubo varios beatles, hubo mucho genio suelto y hubo gente de negocios y hubo lunas que se multiplicaron más allá del nivel jupiteriano…

O que será , que será ... (Chico Buarque, 1976)

Sin embargo Pink, no siempre el sol está eclipsado por la luna y hay algo que me resulta mucho más interesante como concepto que el lado oscuro de la luna y es:

la luna del lado oscuro

veamos,

¿cómo se puede ver en la oscuridad?

¿cómo se puede andar y descubrir en la oscuridad?

¿cómo la oscuridad puede ser tanto o más rica que la luz?

¿cómo la oscuridad puede ser un lugar a dónde ir?

¿cómo podemos ver más cosas en la oscuridad que en la luz que enceguece?

...

Se puede y podemos gracias a Las Lunas Del Lado Oscuro (son infinitas).

Interpretación:

En el lado oscuro lo único que hay que hacer, lo único que podemos hacer es dejarnos brillar, dejar que la luz salga de nosotros… y como sale de nosotros no podemos ver en la oscuridad… (la luz se aleja de nosotros) ... hasta que por intuición, azar, o necesidad, nos movemos y ...

iluminamos una luna !!!!!!!

¿se entiende? ¿lo ven?

ahora es la luna la que nos ilumina suavemente el paisaje y nos enseña.


Moraleja: no busquemos la luz, busquemos la oscuridad y dejémonos brillar

(esto no es generacional)

jueves, 9 de agosto de 2007

barro tal vez

Dado que nadie se mete a postear -un neologismo tremendamente feo que uso porque soy una mersa- aquí voy yo.
En algún intercambio de uno a uno que he tenido en los últimos días me dí cuenta que mi comentario acerca de los setentistas había sido disruptivo, por no decir molesto. "si molesto con mi canto" pido perdón.
Una vez mi directora de tesis me dijo "Laura, explicá un poco más, porque no todo el mundo tiene en la cabeza lo que pensaste, ni por qué lo pensaste. A veces escribís sólo el final de un razonamiento que te parece obvio, pero que no es tan obvio".
Me sigue pasando lo mismo en muchos ámbitos, y eso no es bueno. Ofendo, desconcierto, molesto.
Allá va. Trataba de decir dos cosas, una del ámbito personal y otra del ámbito político. En primer lugar, que he tenido la suerte de no pasar por las experiencias extremas a las que nuestro tiempo ha sometido a muchos de los contemporáneos -el secuestro, la tortura, la violación, la sustracción de hijos, la degradación. Primo Levi, un sobreviviente de los campos de concentración nazis, escribió un libro que se abre con un poema llamado "Si esto es un hombre" en el que sintéticamente plantea el funcionamiento y los efectos del poder concentracionario sobre la subjetividad de las personas. Entonces no puedo ni debo asumir el lugar de la víctima cuando eso ha sucedido, por más afectada que me haya sentido. Hemos vivido una época muy traumática, nos afectó a todos, pero como bien decía Cecilia, nos impactó de diferente manera.
En segundo lugar, me parece que la victimización ha tenido al menos dos efectos que considero negativos en la historia argentina reciente. Esta historia tiene dos tiempos. El priemer momento es durante la dictadura y deviene de la necesidad de los familiares y de los organismos de derechos humanos de no explicitar la militancia de los desaparecidos para legitimar su búsqueda y el reclamo de justicia. Me parece más que lícito, porque en medio del poder desaparecedor las estrategias de supervivencia y de resistencia fueron diversas y casi todas válidas. Pero con cierta perspectiva temporal diría que esa estrategia tuvo un efecto negativo a mediano plazo: que el tema de la militancia de muchos de los desaparecidos quedó soslayado y que por lo tanto algunas reflexiones fueron obturadas por ese silencio. Insisto, ese fue probablemente un efecto ni pensado ni deseado, pero fue un efecto.
El segundo momento es el de la transición a la democracia. Ahí la teoría de los dos demonios, para hablar mal y pronto, dejó a la sociedad argentina como víctima, pasiva e inerme, de dos violencias culpables y simétricas. Y esa visión cierra la posibilidad de ver las diversas formas en las que "la sociedad", abstracta e indifereciada en este planteo, respondió al terrorismo de Estado.
En fin, que me parece que debemos incorporar las gamas de grises para darle una perspectiva histórica a la experiencia que nos tocó vivir.
Bueno, espero haber aclarado algo de lo que tenía en la cabeza cuando irrumpí a decir impropiedades. O, tal vez, esto sea sólo barro.

martes, 7 de agosto de 2007

confesiones de invierno

Como Tormento Malsano llamó a este espacio bachotos77 y pablopelado ya confesó que carece de pelo, yo modestamente me dispongo a relatar una de mis choteces vinculadas con la edad, que me aTormenta en este preciso momento.
Resulta que con los años el sueño ha dejado de ser lo que era. Ya no es un hecho natural, no es sencillamente caerse en la catrera y dormir a pata suelta hasta que el sueño se acabe o suene el despertador. Ahora la cosa es más difícil.
En primer lugar porque una se va volviendo maniática y debe leer aunque sea cinco minutos antes de dormirse, no importa ni el cansancio, ni la compañía, ni ninguna otra consideración acerca de las condiciones objetivas externas -v.g., falta de luz por cortes programados o no programados, congelamiento de los dedos de la mano que sostiene el libro, etc.
En segundo lugar porque una ya no duerme bien en cualquier cama, en parte por otras choteces vinculadas con la edad -dolor de espalda, adormecimiento de los brazos debido a exceso de cigarrillos, tos, etc.- y en parte porque una está más maniática. He descubierto que vaya donde vaya duermo del mismo lado de la cama y, en lo posible, con la cama orientada de la misma manera que en mi casa. Es más, me fui por unos años y a la hora de poner la cama en mi habitación, la puse tal cual como está en mi casa de La Plata. Un problema derivado de dormir "en cama ajena", como decía mi abuela, es que a la hora de conciliar el sueño necesito aire fresco, motivo por el cual debo dormir con la ventana abierta -verano e invierno- y si hay vientito mejor.
Pero lo peor de todo es que una vez que todas esas condiciones han sido cumplidas, es decir una vez que me duermo, no tengo la felicidad de un buen sueño garantizada. Por oscuras razones me despierto a cualquier hora y generalmente no me vuelvo a dormir. Doy vueltas en la cama, pateo, hago ejercicios de meditación, me levanto, tomo agua, hago pis, me acuesto, pateo de nuevo, hasta que finalmente me levanto y me resigno a que mi día -hoy- será un Tormento Soñoliento.

domingo, 5 de agosto de 2007

primera entrada

Hasta una bestia como yo pudo hacerlo.
laura