miércoles, 24 de octubre de 2007

El fin de una era

Una mañana, creo que martes de septiembre de 1974, una parte del mundo que empezabamos a conocer desaparecia para siembre. Claro que en ese momento no lo sabiamos, era tan duro el golpe que no pensamos en lo que iba a pasar.
El comedor, a unos 70 metros de nuestras aulas habia explotado por una bomba.
Muchos compañeros que vivian lejos comian alli y algunos hasta cenaban. Era una especie de bacanal, de casba platense donde se encontraba de todo un poco, especialmente si de politica se trataba.
Aunque por un tiempo el comedor volvio a funcionar ya sin casba y solo como un expendedor de enlatados premonitorio de los 90, contemplamos inermes el desguace de la universidad del bienestar. Poco tiempo despues perdimos Sanidad y mas tarde las canchitas de futbol. Ya no es una universidad con vida social.
A veces nos resulta dificil comprender, entender los signos. Si no hay espacios de socialización tendremos una sociedad atomizada ductil.
No se trata de una cuestion de razon, tampoco le falto razón a galileo al cuestionar el geocentrismo, solo que no estaban dispuestos a aceptar esa otra razón, y lo borraron.
Algunos de los galileos nuestros lo sufrieron, otros lo penaron, ninguno salio ileso de eso no tengo dudas.
El tiempo paso, las cosas cambiaron, los valores y hoy parece que queremos aceptar algo de lo que se propuso. Y el reloj atraso 30 años.

3 comentarios:

laura dijo...

Otro síntoma del fin de una era fue el cierre del turno noche en el año 1977. No más alumnos que estudien y trabajen, "porque aquí nos recibimos con galera y con bastón".
Charly Iocco está armando una movida para que se vuelva a abrir. A veces el reloj atrasa, pero eso no está tan mal. Ante la crisis de las vanguardias, las retaguardias pueden ser un espacio valioso.

Javier dijo...

a mi siempre me gusto el turno noche, hasta fui profesor en el viejo albert thomas. Si hay un lugar de reconstrucción compromiso y tensiones es el turno noche.
Considero que la vida es mas complicada o compleja y que reducirlo a estudien y trabajen es mierda. o acaso no hay padres que cuidan a sus hijos y solo por las noches tienen algun familiar que los puede ayudar, o gente que tiene problemas psicologicos con el dia y recien esta bien por la noche, conozco un caso de estos vampiros suburbanos, o, pero porque mas o, tenemos derecho porque siempre se trata de un NOSOTROS.
Porque en la educacion no tenemos una politica de inclusion? porque seguimos como en los 90, con problemas de caja.
Creo que los aportes economicos podrian ir a un fondo para recuperar el turno noche, ahi si que un peso vale un dolar.

laura dijo...

Yo también conozco vampiros. Sin ir más lejos mi abuela, mi padre, mi tío Pelado, mi hermana Ana. Yo soy matinal, pero respeto esos relojes distintos.
Que viva el turno noche.