viernes, 26 de octubre de 2007

Un tal Negro Duarte

Propongo para el acto una versión geriátrica de The Wall, "¡teacher, leave the kids alone!", con rotura de ventanas y quema de butacas al grito de ¡Estomo, Estomo, mirá como te empomo!

Un dìa --- que nos habìan llevado de prepo a una asamblea --- se plantó (creo que estábamos en primer año) y mandó a todos al carajo !!!
Yo recuerdo bien ese día.

En la Asamblea se estaba discutiendo, si era momento ó no, de tomar el Colegio e incluso de ir a sacar a los compañeros del Liceo (el Liceo ya era mixto en ese entonces, no ? ) ; entonces el negro se fue adelante y dijo, algo tímidamente : "Nosotros, lo que queremos, es estudiar.... .."

Casi se lo comen crudo.., pero cuando ya estaban a punto de echarlo a la mierda del salón, alguien gritó : Respetemos la democracia !!, y escuchemos a este compañero de primer año !! Entonces el negro, envalentonado, volvió adelante y más tranquilo, volvió a repetir lo mismo: "nosotros respetamos la militancia, pero vinimos al colegio a estudiar.....”

Creo que hasta muchos de nosotros quisimos matarlo al negro ese día, porque, pendejos como éramos, obviamente a muchos les gustaba ese clima, para zafar de las clases....

Y asi el negro se hizo inmortal

2 comentarios:

El Poyo dijo...

Recuerdo al Negro Duarte, como recuerdo aquellos dias. El negro era de uno de los barrios de mi zona, la que juntaba al parque san martin, aquel que tenia un tanque mitico, el club universal, el hospital Italiano, y las vias con el correspondiente atras que tiene toda via ferroviaria. Claro que eso de ser de la misma zona no decia nada, pues eramos de distintos barrios, lo que era decir vivir en galaxias diferentes e indiferentes o sanguineamente enfrentadas. El era de los de la 50, que jugaban los sabados a la tarde a la pelota en el parque en la porcion al lado de lo que era la nuestra. Yo era de la 54. Teniamos en comun pocas cosas pero muy significativas: el era amigo de dos amigos mios, walter casas, tabien negro, companiero de la 10,y de gustavo pires que fuera jugador del pincha, como su viejo, e idolo de la zona. Claro que si se daba un barrio contra barrio y el estaba cobraba como o mas que cualquiera. Lo otro que nos unia era la pertenencia al colegio y, sin saberlo, la vocacion medica.

Tanto como al Negro, recuerdo aquellos dias, los coetaneos al de respetar la miliatancia pero al colgio se iba a estudiar.

Paradojicamente cuanto mas tomo distancia en el tiempo, cuanto mas lugares y caras junto a cada paso de la memoria, cuanto mas dudas tengo cuando te veo, seas quien seas, si sos de la escuela, de otro barrio, del colegio, algun hopital, de una pelea futbolera, o de la casualidad de uno de tantos brindis en nombre del alcohol mismo y porque si, mas claro tengo, y mejor compongo la experiencia educativa, politica y universitaria de esos tiempos.

Pese a tanta desgracia, necrologica, mas alla de crimenes y de la represion, tragedia que masacro valores y principios indispensables, no dejo de admirar aquella epoca. Digo admirar pues no encuentro palabra apropiada. Claro que es cierto que si bien la sangre, y en la plata no era excepcion, estaba cerca nunca fue especificamente mia. Es imposible ponerse en el lugar de alguien salvo el propio, por eso no intento suponer, imaginarme, ni mimetizarme con quien haya dejado su carne por la practica de exterminio ideologico y de desacuerdos que se impuso. La unica experiencia con la que cuento es siempre ajena, y aunque propia parcialmente me espanta. Mirar a los ojos a padres y decirles que alguno de sus hijos no tiene salida desde la posibilidad humana, o que ha muerto, cada vez me duele mas. Es tal el dolor que exhudan, tal la angustia irreparable que percivo que me es imposible respirar,es tanto mas cada ves la presion en el pecho. Tanta intesidad no me deja duda... ... no puedo imaginarme ni suponer lo que han pasado tantos padres, hermanos, y familias... ...

Esa cita sobre el negro en aquellos dias no me permiten obviar la experiencia. Especialmente despues de haber vivido y sido parte de la muerte de una universidad, su resurreccion en siluetas pintadas por cientos, despues traicionadas sin miramientos, y el enjendro que subvino.

Mi colegio estuvo mas tiempo tomado que dando clases. Tuve mas horas de asambleas que todas las horas sumadas de todas las materias. El dia empezaba con un timbre de entrada y terminaba en cualquier calle entre bombos y banderas. En los dos primeros anios tuve con suerte casi 150 dias de algo que se llamaba clases. En cada encuentro en el salon de actos caia un rector y nacia otro a lamedida del momento.
Esta es una version parcial de una realidad, la de una universidad militante por algunos valores que valieron ni mas ni menos que tanta sangre y traicionarnos como especie humana. Despues vino otra universidad, despues de la sangria digo, mas estudiosa, mas apegada al orden que seguia al poder que cedian las urnas tan permitidas como afectadas. Una universidad, con universitarios que, cuando recuerdo mis experiencias de los dias en que la militancia universitaria no respetaba el estudiar, no puedo evitar la nueva me averguence.

Hoy y aca mismo me quedan pocas cosas por hacer. Quizas la unica es darles las gracias a quienes hicieron y eran parte de aquel colegio que yo iniciaba virgen por el 73, parte de la cola de una universidad que habia empezado a ser bastoneada en noches que precedieron a noches aun mas desgraciadas. Gracias, pues en mi incipiente adolescencia fui nuestro Nacional no a estudiar, fui a aprender... ... y la puta madre que aprendi... ... claro ese aprendizaje hoy me dan lagrimas de impotencia, y no me dejan mas un puniado de letras agradecidas e inservibles.

Por la militancia, por la universidad que supimos tener, y por aquel colegio en el que no estudie pero que me ensenio, tanto, pero tanto...

hijos, vayan, vayan y aprendan. Si quieren estudien, pero por favor aprendan... ... vivan, besen, piensen, tomen parte, y vuelvan a aprender, y, si, si quieren estudien...


un abrazo el poyo mirabelli

laura dijo...

No tengo tiempo para escribir, pero me encantó el comentario del Poyo.
Creo Poyo, que la palabra que te anda faltando es nostalgia. Está muy vapuleada, pero vale.
un abrazo
laura