sábado, 27 de octubre de 2007

Que vivan los estudiantes

1º 3ª

Que vivan los estudiantes ¿y qué con los profesores?
Me acuerdo que en primer año teníamos una profesora de geografía chiquitita, vieja, canosa, con el pelo cortado a lo Cristóbal Colón, que para explicarnos los movimientos de la tierra -rrrrotación y traslaciónnnn- daba vueltas en el frente del aula. No me sale el apellido, mecaches.
En historia teníamos a Susana Mallo, que era una diosa total. Mis compañeros se sentaban en el primer banco para mirarle las piernas. Para mí era una situación incómoda, porque Susana era muy amiga de mis viejos y yo la conocía de toda la vida. Hay un cuento de una vez que Juan Luis y algún otro -¿el Colo?- fueron a la casa a buscar un libro que se llamaba El hombre fósil y ella los recibió en bata. ¿Mito o realidad?
Y en lengua y literatura, el Chicho Negri. Yo lo adoraba a pesar de todo. Creo que puedo reconstruír todo lo que leímos en primer año, y si hago un esfuerzo puedo recitar cachos de La zapatera prodigiosa.
2º 3ª

9 comentarios:

laura dijo...

Y sigo yo ...
2º3ª
En historia tuvimos a otro amigo de mis viejos: Raúl Veiga. Y en Lógica a una amiga de mis viejos: Gladys Palau.
Raúl estaba recién llegado de Francia y se vestía "raro". La Plata siempre ha sido conservadora en materia de ropa, y para colmo en aquella época "nacional y popular" de ponchos y camisas Ombú, las capas parisinas de Veiga eran casi casi una provocación.
Gladys provocaba suspiros. Luis Alvarez Gelves comentaba su belleza en el grupo yahoo hace unas semanas.
En Lengua y Literatura tuvimos a Borelli. Ese año no me gustaron ni las cosas que leímos ni la profesora: El Lazarillo de Tormes fue una especie de tortura. Pensándolo en perspectiva tal vez no fuera tan feo como me parecía entonces.
Y todo esto en 1974. Fin de las clases el 8 de octubre por el asesinato de Achem y Miguel y eximición con 4 (cuatro). Creo que el único que se llevó materias fue Pablo Mercader.

Lacha dijo...

Recuerdo con gran cariño a Raúl Veiga, quien en el año 85 me alojó en París en su casa con su esposa griega. Con ellos pasé uno de los 31 de diciembre más fascinantes de mi vida.Un tipazo. ¿sabés algo de él? De primero me acuerdo de Marturano en matemática, durita como una estaca. Conrespecto a Negri tuve mis idas y vueltas. Idas como decis vos, por las lecturas que hicimos con él que fueron inolvidables para mi. Vuelta y sin retorno, por la escena con Andrés Andueza en la que lo torturó públicamente tirándole gotitas de agua en la cara a la vez que le decía "hable Andueza" y el pobre pibe estaba sumido en una taque de angustia absoluto. Esa escena pintó su cara más oscura y siniestra que borra de un plumazo cualquier gusto que ´pude haber sentido por las lecturas homéricas.
De segundo año tampoco me olvido de tu cara cuando entraste a la división desencajada anunciando la muerte de Perón. ¡Qué momento! Tampoco de un profe de matemática que creo que se llamaba Ochietti que un día se pudrió de que en exactas pasaran todo el tiempo al mango un disco con la marcha peronista y se las tomó. Sigo...

laura dijo...

Tengo que preguntarle a mi vieja por Raúl. Unos amigos estuvieron con él en Francia hace más o menos 5 años.
A Marturano la padecí en 1º y en 3º. Me acuerdo que, a instancias de mi madre, cuando no entendí la raíz cuadrada fui y se lo dije. Su respuesta fue "Usté no entiende graíz (era un poco gangosa) cuadrada pogrque no sabe potenciación". Fin de la explicación de la señogra.
Negri se portó muy mal con Andrés. Me acuerdo que a fin de año yo se lo dije en la jeta y me contestó que tenía razón. ¿Te acordás Lacha, que cuando leímos la Zapatera vos leías en voz alta el Zapatero y yo la Zapatera? Creo que éramos sus alumnos favoritos, a pesar de mi resistencia al análisis sintáctico.
Ay, acabás de despertar un recuerdo del 1º de julio de 1974, cuando se murió Perón. Qué día! Pero no me acuerdo nada de ese profesor de matemática -cosa que no es rara, dado mi poco interés en el asunto.
Sí me acuerdo de la Albóndiga Titilante, pero a ella la tuvimos en 3º. ¿En 2º tuvimos a Silvestrelli en geografía? Lo tengo borroso.

Lacha dijo...

Bueno, con la elección ya resuelta volvamos al pasado...Tengo la sensación de que ese segundo año de literatura con El Lazarillo de Tormes algo de literatura gauchesca y no recuerdo qué más fue algo oscuro. Nada que ver con otros años donde recuerdo haber disfrutado mucho de las lecturas que nos proponían.
Otro rubro que habría que rescatar es el de los preceptores que tuvimos, donde el ahora maltratado Gustavo Oliva se llevó todas las palmas. Cómo lo salvó al Hershl de la expulsión segura en 4to cuando prendió fuego con pegamento el piso del aula no me lo olvido más. En ese momento para nosotros fue aire puro.
Volviendo a 2do, ese año fue todo muy raro, empezando por tener que ir a la tarde. Yo del que tengo recuerdos más negros fue el 75, cuando la cnu comandaba el colegio.

claw dijo...

De Gustavo Oliva yo recuerdo un episodio que siempre quise hablar con el. Una maniana de invierno en el 76, probablemente en julio o agosto, yo llegue al colegio muy temprano (el tren habia venido adelantado - cosa rara). Los pasillos y galerias estaban vacios, oscuros, y frios, asi que me fui para el aula. Cuando entre me quede mudo: estaba llena de panfletos de, creo, la JUP, o tal vez de Montoneros. Y me asuste tanto que sali y me quede parado como un estupido congelandome en la galeria. Y alla lo veo venir a Gustavo (a quien yo conocia bastante porque el habia trabajado con mi viejo, y habiamos compartido reuniones y comidas). Y me dice, muy serio: "Que hace aca afuera, Avignone?" (por una regla no escrita jamas nos tuteabamos en el colegio). Y yo le dije, con voz temblorosa: "es que me parece que no es conveniente entrar al aula". Gustavo me miro, no dijo nada, entro al aula, saco todos los panfletos, los metio en una carpeta, me miro de nuevo con cara de "tranquilo, que aca no paso nada" y se fue. Nunca supe si los panfletos los habia puesto el, o al menos si el se habia hecho el boludo cuando alguien los puso. Pensando y pensando siempre tuve la casi certeza que si, que habia sido el, y por eso nunca le conte a nadie - es mas, es la primera vez que lo cuento. Despues de ese episodio nos vimos muchas veces, y jamas nos dijimos nada.

Probablemente el ni se acuerde, pero para mi fue un hecho crucial - fue como saber quien era quien, y con quien se podia contar, y me dio la impresion que alguien creia que se podia confiar en mi. Tal vez creer esto ultimo haya sido una necesidad mia en esos anios de mierda, pero bueno, era un modo de pensar que no todo estaba perdido.

Si puedo hablar con Gustavo en Diciembre, le pregunto.

laura dijo...

Voy a contar otra historia que dignifica a Gustavo Oliva cuando era nuestro preceptor.
Era octubre de 1976 y a mi casa había caído una patota de la Armada -eso lo supimos después. Jóvenes de civil con un jefe más viejo con peluca y anteojos negros entraron por los fondos de la casa de City Bell donde vivíamos con mi madre y mis hermanas. Estuvieron varias horas allí, apntándonos con sus armas, interrogaron a mis hermanas y se fueron, felizmente sin llevarse a nadie.
Por recomendación de todo el mundo debimos dejar la casa y mis hermanas se fueron a España. Mi madre y yo nos quedamos en La Plata, pero durmiendo cada noche en un lugar diferente.
Gustavo supo lo que había pasado y me llamó aparte para decirme que no me preocupara, que si no podía ir al colegio por alguna razón que le avisara, que él me arreglaba las faltas.
Hoy puede parecer un gesto mínimo, pero en aquel momento esos gestos hacían la diferencia. Cada vez que tengo la oportunidad cuento esta historia porque me parece que cuando se habla de las actitudes sociales frente a la dictadura se suelen olvidar estas cosas.

claw dijo...

Si, esas cosas son las que te hacian seguir adelante. Y no era un gesto minimo: con boludeces asi te jugabas el laburo o algo mas.

claw dijo...

Entre parentesis, ese barrio en City Bell estaba plagado de milicos, incluyendo al intendente de ensenada, un capo del liceo naval, y un fulano que habia sido capo de gendarmeria, mas todos los milicos del batallon de ahi cerca.

A mucha gente del barrio le cayeron en la casa (a mi casa fueron dos o tres veces) para "conocer el vecindario", como le dijo a mi viejo el que estaba a cargo del operativo, mientras miraba los libros en la biblioteca. Y mi viejo, con la cara llena de espuma de afeitar, no supo si reirse o llorar.

laura dijo...

El intendente de Ensenada, que era un viejo vecino del barrio, fue el que le dijo a mi vieja que había sido la Armada.
Cuando finalmente vendimos la casa estaba muy devaluada porque las inmobiliarias de City Bell sabían que había tenido dos allanamientos. Esas infamias también hay que recordarlas.