viernes, 20 de marzo de 2009

En las nubes de ubeda

- Es que siempre piensas en que no se puede hacer nada, no vale la pena intentarlo, no tratas siquiera de mover un dedo, un triste y miserable dedo para cambiar las cosas!
Es facil, tan facil enseñarte tus fallas cuando no estás!.
- Decias?
- Nada, pensaba en voz alta, nada mas.
- No te entendí
- No tiene importancia, ya pasó.
- Cómo, recien llegaste y ya te vás?. La negra levanta sus ojos de la lectura, se baja los lentes casi hasta caer de su naricita afilada.
- Te pedí que no me arruinaras los libros!.
- Te los cuido, ademas este es de Laura y ella, nada.
A veces pienso como cuando tenía 15 años cuando Maquiavelo era una buena guia de conducta: cuando aquello que se conquista está acostumbrado a vivir en libertad, hay tres formas de conservarlo: destruirlo, convivir o dejar que sigan viviendo con sus leyes, yo he preferido siempre esta ultima pero he debido conformarme con la segnda ya que no he tenido nunca la valentía de dejar liber aquello que realmente me importa.
La conquista es muchas veces un acto inútil, un ejercicio ineficaz de tener aquello que no se puede tener, no importa lo que hagamos.
- Le pregunté adonde se dirige?.
Se que es ridiculo, pero recien a la tercera vez pude descubrir la mirada impaciente del conductor del taxi. Probablemente hayan pasado un par de minutos.
- si?
- Va a alguna parte?
- al aeropuerto
- Cual?
- no el que esta frente al río, el otro
- Pistarini
- No conozco el nombre.
Por fin el taxista se declaró vencido, sintonizó una radio uruguaya y arrancó.
- Dejeme en la esquina por favor
- No iba al aeropuerto?
- acabo de recordar que no viajaba hoy. Cuanto le debo
- cuatro pesos
- si solo cruzamos la calle!
- bueno, al aeropuerto le habria salido mucho mas caro, piense si se hubiera dado cuenta al llegar.
Ante esa logica indestructible le di diez pesos y le dije
- Guarde el cambio, disculpe eh?
- Sabe como volver?
- Si, cruzo la calle y ya está.
Los ultimos tres días habia vivido como en un extraño entumecimiento del alma, todo me rebotaba, vagaba sin destino y contestaba sin ton ni son. Esa llamada en el telefono me habia descolocado. Alguien sabía algo y me estaba tratando de apretar, de sacar, de enloquecer.
Llegue a casa y me saque toda la ropa. me puse una remera sin planchar y un sweter amarillo, unos calzoncillos, medias abrigadas y unos vaqueros. Puse la musica de Svart Kaffe y me fui dejando llevar hasta el sillón. El libro que habia dejado anoche a mitad de lectura seguía allí: Der Otto Bach confutionen.
Al rato me levanté, puse un agua a hervir en la pava y unas hojas de coca en un pocillo. El olor de las hojas, la risa que calla bajo la piramide. Río con fuerza.
El telefono suena. Lo dejo sonar, dos, tres, diez veces, luego para. El silencio es insoportable, solo las hojas de coca suenan en el agua hirviendo.
El telefono vuelve a sonar. Levanto.
- ah,ah, my god, ah
esta asi un largo rato. dejo el tubo sin decir palabra. No lo escucho.
Bebo mi coca, tengo el estomago hecho una ruina.
Vuelvo al telefono que ahora suena con un tuuuuuu.
Ha pasado. Que saben?.
Ahora no puedo ni sentarme a leer, me da en estos casos por caminar pero no puedo salir ahora, ahora no y entonces camino por la habitación como uno de esos leones de zoologico, buscando una salida que conoce pero no puede utilizar. La puerta está cerrada.
Suena de nuevo. Espero, suena dos tres veces, levanto:
-....
- Hola
- Hola, te llamaba para ver como estás. Es Laura, uf, es Laura.
- Llamaste antes,..., porque no llegué
- No, es la primera vez que te llamo, esperabas a alguien?
- Supiste algo de Gustavo?
- Está de viaje, a la Patagonia me dijo. Hasta el lunes no vuelve.
- Me llamaste?
- si, nos reunimos esta noche?, el maestro no está pero en casa hay algunas cositas para comer, nada especial.
- Quienes van? No estaba muy entusiasmado pero no queria quedarme solo esa noche
- todos, no se, no me confirmaron, ah, despues de las 8, tengo una entrevista con un investigador a las 6 y media y quiero llegar con tiempo para darme una ducha y arreglar todo. Podrás llegar antes y encargar unas bebidas, seleccionar la musica y todo eso?
- Si, va lucia?
- no le avise todavia, lo haces vos?
- bueno, sigue viviendo ahi en el pasaje?
- si, llamala antes, tenes el numero.
- claro.
- Un beso
- dale
Colgue pensando en el investigador.
- Che
- ah, sos vos, que paso?
- me quede pensando en el investigador, que pasa?
- ???
- me podes contar?
- desde cuando te interesan las cosas de la universidad?
- bueno, es que me pareció que, no se, no se que me pareció
- estas raro, venite esta noche y charlamos te parece.
- si, va el investigador?
- Y dale, no, no va, es un pendejo que esta empezando y me pidió que lo ayude con un tema de desaparecidos.
- te lo transaste?
- y a vos que carajos te importa!, no mezclo trabajo y sexo, drogas o lo que sea.
Yo ya sabia que era asi pero ahora que la habia hecho engranar era como que me habia sacado un peso de encima: Estaba de nuevo enfocado.
- la llevo a lucia entonces.
- tuuuuuu
A mi me da algo de pena que las mujeres me dejen colgado en el telefono. Bah, las mujeres y cualquiera.
El teléfono suena de nuevo. Una, dos, tres veces. Y de nuevo el estómago se estruja al ritmo de cada ring del teléfono. Atender o no atender, esa es la pregunta. Finalmente levanto el tubo_
- A vos te pasa algo?. Es la primera vez que me hacés una pregunta así sobre mi vida. ¿a qué viene todo esto? Sobre todo porque vos sabés que soy muy cuidadosa en las relaciones con mis estudiantes. Todos son mis hijos, y no se me da por el incesto.
Que habre hecho para que me trate así?. Pienso si tirar el telefono por la ventana pero no, es mucho trabajo. Ensayo una respuesta insipida:
- Nada, estoy un poco nervioso. No me des bola.
- Perdoname si te corté, pero yo también estoy nerviosa. Muchas presiones en el laburo. Yo me cuido con los pibes como de mearme en la cama y vos justo te ponés a desconfiar de mí. Dale, venite y charlamos un rato.
- Bueno, la llamo a Lucía y vamos para allá.
- Pará, ¿sabés algo de la Negrita? Estuve un ratito con ella porque quería leer unos libros y se los presté. Pensé que iba a llamar, pero no supe nada más de ella.
- No sé nada -mintió Javier.
tuuuuu
Laura se quedó sentada mirando el piso. No le había dicho la verdad, no le había hablado de las llamadas que había recibido en los últimos días.

1 comentario:

laura dijo...

El teléfono suena de nuevo. Una, dos, tres veces. Y de nuevo el estómago se estruja al ritmo de cada ring del teléfono. Atender o no atender, esa es la pregunta. Finalmente levanta el tubo_
- A vos te pasa algo. Es la primera vez que me hacés una pregunta así sobre mi vida. ¿a qué viene todo esto? Sobre todo porque vos sabés que soy muy cuidadosa en las relaciones con mis estudiantes. Todos son mis hijos, y no se me da por el incesto.
- Nada, estoy un poco nervioso. No me des bola.
- Perdoname si te corté, pero yo también estoy nerviosa.
Muchas presiones en el laburo. Yo me cuido con los pibes como de mearme en la cama y vos justo te ponés a desconfiar de mí. Dale, venite y charlamos un rato.
- Bueno, la llamo a Lucía y vamos para allá.
- Pará, ¿sabés algo de la Negrita? Estuve un ratito con ella porque quería leer unos libros y se los presté. Pensé que iba a llamar, pero no supe nada más de ella.
- No sé nada -mintió Javier.
tuuuuu
Laura se quedó sentada mirando el piso. No le había dicho la verdad, no le había hablado de las llamadas que había recibido en los últimos días.