domingo, 12 de julio de 2009

está dura la calle

10 de julio de 2009
Es un viernes. Es feriado sanitario, que me suena a algo así como la horrible expresión “visita sanitaria” de los presos. Son las 10 de la mañana y hay 3 grados en la ciudad de Buenos Aires. Estamos en el pico de la Gripe A (H1N1).
Un hombre en la rambla de la 9 de julio, durmiendo envuelto en una frazada
“Para los villeros cámara de gas”.
Un pibe de unos 15 años en uno de los bancos de la Avenida de Mayo, durmiendo envuelto en una frazada.
“Plomo caliente para los peronistas”.
Una vieja, rodeada de unos bártulos que son su casa, se pinta los labios en Hipólito Irigoyen.
“Una cruz esvástica y dos SS estilizadas”.
Una pibita de unos 12 durmiendo en un zaguán de un negocio vacío de Corrientes.
“Cobos, traidor, saludos a Vandor”.
Frente a uno de los teatros de Corrientes hay dos personas totalmente tapadas y durmiendo. No sé si son jóvenes o viejos, no sé si son mujeres o varones. Están envueltos de los pies a la cabeza con varias telas superpuestas.
“JP Descamidos”
En Bernardo de Irigoyen, un chico acostado en un zaguán no duerme. Paso, lo miro y veo que tiene los ojos abiertos.
“La Caride. Mov. Evita”
Sigo caminando y mis ojos son atrapados por un par de ojos negros y redondos debajo de un gorrito de lana. Es un bebé de unos nueves meses que me interpela desde los brazos de su padre. Cuando el hombre, joven y con expresión de dolor, se da cuenta que le estoy sonriendo a los ojos de su hijo, me pide algo de plata para comprar comida.
“En el país hay 900 mil jóvenes ni – ni. Ni estudia, ni trabaja, ni proyecta”.
Viajo, viajo desde Buenos Aires a La Plata. Hay un fierita sentado en el asiento de atrás que escucha fuerte "The boxer", la vieja canción de Simon & Garfunkel, pero cantada muy mal por un cumbiero vernáculo.
Las décaddas se mezclan. La diferencia entre los 70 y ahora es que con el argumento tergiversado de la primacía de la política, la confrontación es virulenta en lo verbal pero ya casi no se habla de que cada vez hay más gente viviendo en la calle, y que eso no está bien.
laBruja

2 comentarios:

Javier dijo...

Estamos casi al final del viaje. El pibe fierita se levanta ampuloso. Va a sacar un, algo del bolso o mochila que le cuelga del hombro. Me agacho, todos se agachan. Las ventanas parecen muros impecables a la indiscreción exterior. De donde viene tanto miedo?.
- Nene, quedate tranquilo, no te va a pasar nada. Apunta el fierita.
Pasajeros, estimados pasajeros y hace una pausa, parado en el pasillo, en equilibrio perfecto, el tempo re manyado.
Que tengan un buen viaje, porque yo me bajo en la proxima, que por otra parte es la ultima parada. Chau. Y se bajó. Nosotros helados.
- Ja, siempre hace lo mismo y hace una pausa, un silencio bien estudiado, caen como giles, ja, caen siempre, uste disculpe señora
- Señorita
- esta bien, siempre que no se me enoje, sabe lo que son 16 horas arriba del bondi y, y esperando que el tipo este llegue e invente algo. No se repite nunca y es siempre lo mismo. Ahora se va a la cancha, a ver al Lobo, ojalá tenga suerte, se la merece es un tipo fantastico.
- Podemos bajar?
- Y, en el micro no se pueden quedar y yo me tengo que ir, a la cancha tambien.

La colgada dijo...

No sé si estoy en el lugar correcto.No estoy aggiornada al uso de blogs,pero los encontré y me llevé una grata sorpresa...Que lindo Laura lo que escribís y también Javier que no sé quien es porque no pude encontrar su apellido.Me encantó el recuerdo de las viejas fiestas y lo agradezco.También el de Moniquita Alberdi.Igual de enriquecedor es el intercambio musical.
Espero poder contactarme, si esto llega más allá de la pantalla, porque sí, y para lo que necesiten.
Un gran abrazo.Me movilizaron.
Marcela Ripullone