jueves, 22 de diciembre de 2011

sin lirismo, sin nada

Sin lirismo, sin nada.
Solamente el silencio de radio de aquellos que ya se fueron a su casa a dormir la siesta con una mujer que a veces ronca y que otras grita.
Sin lirismos. El amor convertido en el resignado ejercicio cotidiano de no estar solo.
Sin lirismos. Una cena de matrimonios amigos y llegar en compañía. El amor convertido en el boleto para pasear.
Sin lirismo, sin nada. La edad madura.

2 comentarios:

Javier dijo...

aqui el autor nos conduce a la vida cotidiana donde el o la protagonista luego de una vida de insomnios inconducentes, entiende que su tiempo ha llegado: debe matar su vida anterior y aceptar el transito. Lo importante no es llegar pero a veces es el destino. Y la cosa se pone aspera al punto de que el wiskey sabe a cuassia amarga.

Javier dijo...

hoy lei de un libro los hombres quieren sexo y las mujeres amor, cual es el vaso mas lleno?, se llena alguna vez alguno?. Esto no es un comentario pero lo puse aca, esta mal?. Necesito ampliar la biblioteca con algo interesante no con esto, sea feliz, compre un canguro australiano diminuto.