domingo, 3 de julio de 2011

Sin ventaja alguna

el burbujear del agua en la olla llenaba el ambiente de sudores y cansancios que me indicaban imprecisamente pero con la certeza de la costumbre que era domingo y los domingos los ravioli convocarian a la familia.
Una imagen netamente italiana, mas que italiana, de la diaspora italica, la conjuncion de la comida, esos secretos de subsistencia de pobres en tierras para mi extrañas pero que el tiempo se ha encargado de convertirlos en retoños de identidades pasadas.
Dante Fiorenza o Alejandro Fredes, de el o de su cocina estoy contandole ahora sus secretos.

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