Que la luna es celeste y el cielo color terrestre,
que el agua está fria y tus pies calientes
que la noche se va y llegan los sueños viejos
esos que de piba dejabas corretear por las baldosas al sol.
Que no sabes de que te escribo, inocente
como la araña negra y neta que se tropieza con nada
por el piso del gabinete vacío
y yo aqui, escribiendo en silencio, sobre el tecleteo y los dedos
figurate que estoy aqui, solo para ti
y tu estarás allí, solo para mi.
te tendré y me tendrás, para que más
dime y te diré por que callas.
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1 comentario:
me gustas cuando callas porque estás como ausente
y me oyes desde lejos y mi voz no te toca
me gusta cuando callas y estás como distante
y parece que un beso te cerrara la boca
Hay días funestos que a todo lo que me dicen lo contesto con un verso aprendido en la infancia. Y ahí me siento como mi abuela, que a los 93 años nos divertía recitando el poema "Cancha Rayada", que había aprendido en la escuela de Los Hornos allá por 1904 o 5.
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