sábado, 10 de enero de 2009

diâlogos capîtulo 5



"Negrita yace asustada, la hormiga se le durmió. -Dios ya no quiere que baile...- me dijo y me sofocó. ¡Vamos negrita, bailá hasta el fin! Vamos, negrita, hacelo por mí. La curva no se ha mojado, ni patinó mi animal. Morena, vi tu camisa mojada, secando y arrebaté! Fuera pechito dañino, milagro te hará cambiar, un dedalito de caña, soplada y este ritmo zumbador. Tum-tum te agita morena, tu cuerpo se impacientó. -¡Dios ya no me aguanta quieta!- me dijo ¡corre, corrida, apuró!. ¡Vamos negrita, bailá hasta el fin! Vamos, negrita, hacelo por mí".

- No se, pero tengo en la memoria una imagen de tu abuela vestida de lanilla y viyela, grises, ocres y nada blanco, negro o de color estridente como los que se usan ahora. tu abuela estaba en ese cuento del gato. la vida era diferente entonces.- vos que sabes, si no conociste a mi abuela- a tu madre y a matilde, ellas me contaron como se contaba antes que empezaban desde el principio no como ahora que te resumen una historia de 2 años en tres lineas y casi toda compuesta de monosilabos.Las historias empezaban asi como presentando a las personas, gustavo, el hijo de juana, esa la que se fugo despues con raulito el pibe que empezo a estudiar filosofia y cuando se caso se dedico a otra cosa pero ahora esta de nuevo tocando la trompeta, mal o mas o menos. ellos vivian en la casa esa de calle Alberdi y Olazabal, ahora hay un edificio feo alli, pero cuando Dora vivia, Dora era la madre de Juana, la casa estaba llena de flores y pajaros que cantaban. Exactamente como me imagino la casa de Aureliano Buendia en Cien Años de Soledad. La casa era la tipica o no tanto casa chorizo o medio chorizo como se las conoce. Una casa con zaguan y cancel, con jardín e invierno cerrado por una mampara de vidrios traslucidos y amarillos y violetas.Los ojos de Ana, la hija de Juana y, no recuerdo el nombre del padre, porque no estuvo mucho tiempo viviendo con ellos, estaba con la venta de merca, no se que, un dia se engancho con la Teresa y todo termino mal. Buen pibe, encaró por el camino equivocado...La casa tenía un primer patio con helechos enormes y begonias de colores rojos, rosas y verdes, un segundo patio con lirios de un violeta alilado que todavia florecen en mi jardin, por ahi (dice señalando un lugar afuera de la casa), y mas atras, el gallinero y la casita de las herramientas.El papa de Juana vino de Sabadell, cerca de Barcelona en España, era republica por entonces. Eran de una familia acomodada pero se vinieron en parte por la guerra en la peninsula y en parte porque el abuelo de juana se habia gastado toda la pequeña fortuna familiar.- era jugador- no, no laburaba, como no habia ingresos, la plata se fue llendo hasta que casi no queda nada. Tuvieron mucho dinero hasta que perdieron las plantaciones de caña de Cuba.- pero no pudo haber sido el abuelo, si la revolucion es del 59.- no, fue cuando cuba dejó de ser colonia española alla por los ultimos años del siglo 19.- perdieron todo- si. porque los movimientos obreros y opositores y los gobiernos titeres de los americanos destruyeron toda opción economica...
Tenian una criada, creo que estaba enamorado de ella, habia piel. Pero los descubrio el administrador un tipo de pocas pulgas, Luis Gelves, flaco, algo mas alto que los blancos españoles y un poco mas bajo que los americanos.El abuelo se iba por las tardes, a la hora de la siesta a caminar por unas arboledas silenciosas en el calor pesado de la isla, aunque las plantaciones estaban en la sierra y el aire corria un poco mas rapido.Don Luis permitia que se divirtieran con las mulatas pero no que se enyuntaran y cuando percibió que la cosa pintaba mal, se presentó cuando el abuelo estaba acabando y le espeto.- Espero que la hayas disfrutado, es el ultimo y dandose vuelta le dijo, no le dijo nada, le nego hasta la puteada, ni mascullo un negra puta ni nada. La redujo a la nada sin desperdiciar un solo gesto.Voy a llamarlo a Batista para que te lleve a la Habana, el sargento me debe mas de una y no se va a negar.Del lado del abuelo ni una palabra. Pensaba fugarse con ella en cuanto pudiera. Irse a Nueva York a cantar tangos que habia aprendido en sus ultimas vacaciones en Buenos Aires.
- Si, contaban las historias desde el principio. Y como en el principio fue el verbo las viejas se lo tomaban al pie de la letra y le daban a la verba que ni te cuento. No sé cómo hicimos nosotras para aprender a hablar, porque en mi casa todo el mundo hablaba muchísimo. Era una batalla por el uso de la palabra. En un momento me dí cuenta que a mi viejo no le gustaba la gente charlatana sino los callados que se quedaban escuchándolo. Pero del lado de mi vieja también, no creas. Dos potencias se saludan, dijeron los dioses cuando se conocieron mi viejo y mi vieja. Eso sí, buenos conversadores, muy buenos contadores de cuentos. Yo no sé si me acuerdo de mi abuela o de los cuentos que me contaron ellos de mi abuela. Conocer el mundo es una tarea difícil cuando ya te lo han contado todo. Pero del otro lado no sé nada, de Juana digo. Esa gente calladita que nunca dice nada. Esa era la gente que más le gustaba a mi viejo, porque cuando algo no se dice da para las más complejas fantasías. Y a mi viejo eso le encantaba, inferir de los silencios las historias más truculentas. Pero él nunca me dijo nada de esa gente. Raro.

3 comentarios:

Javier dijo...

- No se, pero tengo en la memoria una imagen de tu abuela vestida de lanilla y viyela, grises, ocres y nada blanco, negro o de color estridente como los que se usan ahora. tu abuela estaba en ese cuento del gato. la vida era diferente entonces.
- vos que sabes, si no conociste a mi abuela
- a tu madre y a matilde, ellas me contaron como se contaba antes que empezaban desde el principio no como ahora que te resumen una historia de 2 años en tres lineas y casi toda compuesta de monosilabos.
Las historias empezaban asi como presentando a las personas, gustavo, el hijo de juana, esa la que se fugo despues con raulito el pibe que empezo a estudiar filosofia y cuando se caso se dedico a otra cosa pero ahora esta de nuevo tocando la trompeta, mal o mas o menos. ellos vivian en la casa esa de calle Alberdi y Olazabal, ahora hay un edificio feo alli, pero cuando Dora vivia, Dora era la madre de Juana, la casa estaba llena de flores y pajaros que cantaban. Exactamente como me imagino la casa de Aureliano Buendia en Cien Años de Soledad. La casa era la tipica o no tanto casa chorizo o medio chorizo como se las conoce. Una casa con zaguan y cancel, con jardín e invierno cerrado por una mampara de vidrios traslucidos y amarillos y violetas.Los ojos de Ana, la hija de Juana y, no recuerdo el nombre del padre, porque no estuvo mucho tiempo viviendo con ellos, estaba con la venta de merca, no se que, un dia se engancho con la Teresa y todo termino mal. Buen pibe, encaró por el camino equivocado...
La casa tenía un primer patio con helechos enormes y begonias de colores rojos, rosas y verdes, un segundo patio con lirios de un violeta alilado que todavia florecen en mi jardin, por ahi (dice señalando un lugar afuera de la casa), y mas atras, el gallinero y la casita de las herramientas.
El papa de Juana vino de Sabadell, cerca de Barcelona en España, era republica por entonces. Eran de una familia acomodada pero se vinieron en parte por la guerra en la peninsula y en parte porque el abuelo de juana se habia gastado toda la pequeña fortuna familiar.
- era jugador
- no, no laburaba, como no habia ingresos, la plata se fue llendo hasta que casi no queda nada. Tuvieron mucho dinero hasta que perdieron las plantaciones de caña de Cuba.
- pero no pudo haber sido el abuelo, si la revolucion es del 59.
- no, fue cuando cuba dejó de ser colonia española alla por los ultimos años del siglo 19.
- perdieron todo
- si. porque los movimientos obreros y opositores y los gobiernos titeres de los americanos destruyeron toda opción economica...

Javier dijo...

Tenian una criada, creo que estaba enamorado de ella, habia piel. Pero los descubrio el administrador un tipo de pocas pulgas, Luis Gelves, flaco, algo mas alto que los blancos españoles y un poco mas bajo que los americanos.
El abuelo se iba por las tardes, a la hora de la siesta a caminar por unas arboledas silenciosas en el calor pesado de la isla, aunque las plantaciones estaban en la sierra y el aire corria un poco mas rapido.
Don Luis permitia que se divirtieran con las mulatas pero no que se enyuntaran y cuando percibió que la cosa pintaba mal, se presentó cuando el abuelo estaba acabando y le espeto.
- Espero que la hayas disfrutado, es el ultimo y dandose vuelta le dijo, no le dijo nada, le nego hasta la puteada, ni mascullo un negra puta ni nada. La redujo a la nada sin desperdiciar un solo gesto.
Voy a llamarlo a Batista para que te lleve a la Habana, el sargento me debe mas de una y no se va a negar.
Del lado del abuelo ni una palabra. Pensaba fugarse con ella en cuanto pudiera. Irse a Nueva York a cantar tangos que habia aprendido en sus ultimas vacaciones en Buenos Aires.

laura dijo...

- Si, contaban las historias desde el principio. Y como en el principio fue el verbo las viejas se lo tomaban al pie de la letra y le daban a la verba que ni te cuento. No sé cómo hicimos nosotras para aprender a hablar, porque en mi casa todo el mundo hablaba muchísimo. Era una batalla por el uso de la palabra. En un momento me dí cuenta que a mi viejo no le gustaba la gente charlatana sino los callados que se quedaban escuchándolo. Pero del lado de mi vieja también, no creas. Dos potencias se saludan, dijeron los dioses cuando se conocieron mi viejo y mi vieja. Eso sí, buenos conversadores, muy buenos contadores de cuentos. Yo no sé si me acuerdo de mi abuela o de los cuentos que me contaron ellos de mi abuela. Conocer el mundo es una tarea difícil cuando ya te lo han contado todo. Pero del otro lado no sé nada, de Juana digo. Esa gente calladita que nunca dice nada. Esa era la gente que más le gustaba a mi viejo, porque cuando algo no se dice da para las más complejas fantasías. Y a mi viejo eso le encantaba, inferir de los silencios las historias más truculentas. Pero él nunca me dijo nada de esa gente. Raro.