lunes, 8 de diciembre de 2008

Dialogos


Vos nunca estuviste ahí!
Haciendo que?, a mi no me gusta, no me siento cómodo cuando otros están así
Así como?
Snifeando

Hacemos un silencio breve porque se abre la puerta.
Laura, que haces acá?
¿Que están haciendo? pregunta Laura. La nariz sirve para que las cosas salgan, no para que entren. Y el único esnifeo que me banco es el que se produce durante o después del llanto.
Dale, probá un poquito, dice el que te dije, no seas puritana y prejuiciosa.
No es cuestión de juicios morales, la cosa es que no me gusta, y menos me gusta el efecto.
Laura dice todo esto desde la puerta y Javier, que hasta el momento se había quedado callado y mirando al piso dijo: la gran puta!, ahora me doy cuenta que uno de los problemas de la vejez es que las pitucas que se caen están perdidas para siempre!
Laura ensaya un mohín que es una señal de que necesita que alguien la trate mejor.
No podrías ver ni si fuera tan enorme como un hipopótamo violeta como la vaca de chocolates, la tenés entre las tetas y te vas a quemar...
Ayyyyy, ves que sos un pelotudo!, los tipos son todos iguales, corren atrás de nosotras como perros, a veces como perros sarnosos y desgraciados de esos que les falta la piel, estoy alucinando-
Ji hi, vení que te doy un poco del óleo s31 para esa quemadura. Levantándose penosamente del sillón bajo, amorfo y negro que es casi el único mueble del departamento de Laura.
Ahora que lo pienso mejor, mejor me quedo acá, sentado. Estoy bastante mareado, que yerba era esa?
Nos quedo de la goleta, claro vos te rajaste a Paris y te perdiste el barco.
Abro un vino, tenés unas copas en algún lado de este quilombo desnudo?
En la casa desnuda de Laura no hay copas. Sólo vasos porque las copas las dejó en la casa que abandonó casi como una prófuga. Trae vasos y sirve el vino. Sigue ciega, como desde los 10 años pero un poco más, y se deja maltratar. Piensa/siente: todo sea por el cariño con el que me maltratan.
Laura dice algo acerca de algo que leyó en un libro que leyó que está tirado en el piso -y que la mata de amor- y se hace la superada. Se ríe porque el fumito de la goleta está bueno y porque prefiere hacerles creer a todos que es una persona leve -aunque es pesada como collar de melones.
Javier, desde el puff amorfo, mira con ojos de perro azul y Laura piensa que por qué sufre tanto. Piensa eso y dice algo acerca de alguien que le ...
Me estas esquivando, sufrir?, ni vos ni yo sabemos lo que es sufrir, pero como siempre somos el centro de nuestro mundo y nuestro sufrir tiene algo de razón.
Eh, te preguntaba por la goleta porque ahí estuvo uno que vi la otra tarde en el despacho del ministro. Uno de esos personajes grises de todos los días que se llevan jugosos negocios a sus bolsillos.
Y vos qué hacés en los despachos de los ministros, Javier? Yo creo que nunca entré al despacho de un ministro. Dijo mientras pensaba y tarareaba en la cabeza, "Erró como todo llanto", que es lo que tararea casi todo el tiempo hace meses porque hace meses sabe que su sufrimiento es el error que la convierte en perdedora. Laura sabe que hay dos diálogos: el que se escucha con los oídos y el que no se escucha, pero ahí está. Y en ese preciso momento se da cuenta que la charla acerca de ministros, goletes y otras menudencias aturde otro diálogo que nunca resonanará en otro ámbito que no sea en las cabezas, al menos en las cabezas de Javier y de ella. Y que es un diálogo un poco hostil. Cambia de tema en el diálogo de afuera e intenta sofocar el diálogo de adentro.
Dice un chiste malo acerca de hombres grises -No lo vi a Natalio Ruiz en la goleta-, se ríe como una boba, sirve otra ronda de vino para toda la concurrencia y se acuerda que tiene unos bombones deliciosos que rápidamente socializa. Comer chocolate es una buena forma de cambiar de tema y es un buen intento de cambiar el clima tormentoso que se le está instalando en la cabeza.
Hasta donde me contó, en agosto cuando viajaba a Buenos Aires por motivos inciertos, sentía vibrar al auto, cada vez más fuerte, iba mas rápido, más vibraba, más lento mas vibraba. Que hacer? de mecánica no sabia nada pero al frente a unos trescientos cincuenta metros una estación de servicio. Cada vez mas despacio, cada vez mas ruido. El auto se inclina y cae, la rueda sigue su curso hacia los surtidores.
- Que ojete señora, disculpe, pero que ojete.
No pudo bajar del auto hasta 10 minutos después.
Javier dice que vamos a terminar asesinando a alguien.
A Laura le gusta bastante la idea pero se pregunta si se van a poner de acuerdo con el "blanco", como dicen los documentos del archivo de la policía en el que ella trabaja.
Laura tiene blanco elegido, pero piensa que es demasiado obvio y que todo el mundo la va a culpar a ella. ¿Quién será el blanco elegido por Javier? Misterio, como casi todo con ese tipo.
No piba, de ningún modo, no vamos a matar a nadie, la cuestión es que el punto ya esta muerto. La cuestión es así, no se todavía como ni cuando pero en la casa del flaco, hubo una serie de roces, no se si me entendés, a lo mejor si te digo franela como se le decía antes, hace tanto que creo que fue antes de que fuéramos chicos.
Viste como es la escalera de ese edificio, aburridamente mediocre, tal vez por eso, se le fue la mano pero la cosa es que hubo un permiso. No hubo prisas, ya a esta edad no hay prisas, se tomaron todo el tiempo para seguir el roce suave de las yemas de los dedos sobre, sobre todo.
En la habitación hay muy pocos muebles y eso hace que se sienten en el piso, y siguen. Los otros, aun no se dan cuenta o si y no prestan atención o disimulan, alguien, tal vez el gallego Bimbo se empieza a tocar. Los cuerpos porque a esta altura no importa más si son ella, el, aquel, esa, es una marejada de movimientos suaves en la penumbra. Si una mano atenta, desenchufo el velador, tiro una planta y cayo de espaldas. Había alfombra, creo que no. El olor a cigarrillo era insoportable, como el acre de la yerba del charuto largo y bien armado con dedos hábiles y perversa intención.
- Y vos, vos que hiciste?
- si vos estabas ahí, no viste que no me decidía?
- libriano puto!.
Yo no vi nada de nada. Estaba ahí, sentada en el piso al lado de la ventana, entre Miguel y Jorgito, pero no vi nada de nada. Y creo que subí por el ascensor y no por la escalera. ¿Qué me perdí?
¡Jamás te diría libriano puto!
.And So soon, the very killer is comming into scene.
- Pero porque decís eso, si el punto ya esta muerto, para que el as..., esta es la escena del crimen?, como en las películas de los 40?
- No, no se, podría ser pero habría algo, algún indicio, una marca, una mancha, algo que falta, un tic en su cara, un no transitar por ese lugar.
Pero no, esos son recursos de los novelistas del Séptimo Sello, recuerdo que cuando a Aro lo apuñalaron el tipo desapareció, aunque al tiempo se lo volvió a ver en el pueblo, el pueblo fumon, smokyHill town. Pero tendrías que preguntarle a el, pero que no te muestre la cicatriz, tiene un cierto problema con su libido y no quisiera que lo importunaras.
- Sii
- Que te dije, tomalo con calma, seguro que el 27 tendrás tu oportunidad.
Los vasos están ya vacíos hace un rato pero entre el humo nadie se ha dado cuenta. Es tarde y esta todo cerrado. Habrá que esperar un par de horas y alguien vendrá con alguna botella a medio camino.
A lo mejor entonces pueda, eso espero, aclarar mis ideas y saber si alguien me contó o lo vi o solo estuve conversando con el matasiete. Le digo matasiete porque ya no es la persona que conocí, el hecho se lo ha comido por dentro.
Conversando con el, el pasado agosto, me hizo referencia a un entierro clandestino, no eran muertos suyos, o si pero no los había matado el. Creo que ahí fue donde comenzó su transformación. Nadie pasa por el plomo así nomás, tampoco nosotros, no Lau?
Laura esta en la ducha, escucho el agua correr por la rejilla con un gorgoteo de... que es ese ruido?,
Salto, un salto silencioso porque no quiero hacer nada que me ponga en evidencia, no me han visto, ni me han oído, abro la puerta entreabierta del baño y dos cuerpos se solapan entre los vapores,,
que?
podes llamar idiota!
Cerré la puerta, no era Laura, salí a la escalera y baje- Ya en la calle no pude precisar si era el departamento que Laura había alquilado. Estoy muy cansado.
Mejor voy a casa caminando a ver si se me evapora el alcohol y el humo, aunque se que llegaré a casa con las 3/4 partes de la carga encima, a meterme en el baño, bajo la ducha, así, vestido.
En mi mano tengo todavía un papel, un pedazo de papel de agenda, color amarillo donde anote, seguro que es mi letra porque no la entiendo bien,
- Que anotaste?
- Que, y vos que haces acá?
- Vos sabes donde estás?, Ey
- Si, 45 rue Saint Denis, la Sebastopol esta a la vuelta de la esquina y ... no, estoy en La Plata, ahora lo veo bien, adonde vamos?
- A casa.
- Y ese papel?
- Anote algo, lo veo mañana, ahora no tengo los anteojos.
Un tiempo mas tarde llegue al portón gris de mi casa, los obreros en la puerta me miran como ausentes. Las ropas gastadas, el calor corporizado en sus caras cansadas antes de empezar el día.
Entro. Ayelen duerme con Santiago, el perro no aparece, tampoco Lucia, solo una vaharada de aire tibio me roza al abrir la puerta. Paso. La maquina esta ahí, escribo.
LLegué!
Me pongo los anteojos y rescato del bolsillo el papel donde he escrito, SCIRE $ SAPERE & algo borroso como EXPERIOR
O no es mío, o estaba peor de lo que suelo estar!
En su casa, Laura está perdida, el dialogo con su informante del crimen se ha vuelto confuso y no es joda, quien te va a desembuchar un hecho tan pesado así como así, salvo que seas o te sientas culpable.
Mientras tanto Laura se queda sola en su casa vacía. Las visitas se han ido yendo de una en una y ha tenido que bajar a abrir la puerta una y otra vez, pero no recuerda quién se fue primero. Está sola, la casa quedó enquilombada a pesar del vacío.
Ahora tengo que achicar el pánico, piensa mientras levanta vasos, botellas, platitos con restos de queso, de aceitunas, de nueces. Acostarse con todo tirado por ahí no es una buena política, porque no solamente garantiza un acostarse culpable sino también un despertar horrible.
Tiene el mate a mil, a pesar de que está muy cansada. Piensa en las cosas dichas y decide que en vez de irse a dormir directamente se va a dar una ducha para sacarse la sputza del día. Abre la ducha, se saca la ropa y cuando el baño está lleno de aromas y vapores le parece escuchar un ruido como de puerta que se abre. Saca la cabeza por la cortina de la ducha y lo ve a Javier que la mira como si hubiera visto al demonio. En una mano tiene un cacho de papel, en la otra un tramontina de los que ella acaba de lavar. Se miran unos segundos y Javier sale corriendo.
¡Qué carajo le pasa a este tipo? se pregunta. Y se pone a pensar, mientras sale de la ducha y se seca, que a Javier no le sienta el fumo. Estuvo toda la noche meditabundo, y los únicos comentarios que hizo fueron más misteriosos que de costumbre. Hace tiempo que Laura tiene la impresión de que Javier le quiere advertir acerca de algo o de alguien, y que lo hace de una manera poco clara. Laura cree que Javier cree que ella está en riesgo.
Hay alguien peligroso en este viejo / nuevo grupo de amigos reencontrados, y ella que creía saber quién era el asesino ahora se pregunta si no es Javier, o si Javier no la estaba advirtiendo acerca de sí mismo.
Con el piyama puesto va hasta la puerta del departamento, que ha quedado abierta de par en par. Otro misterio hasta que se da cuenta que no está el segundo juego de llaves que había dejado apoyado en la mesita del living.
Cierra la puerta, prende un pucho, se sirve un resto de vino, va a la pieza y saca la Smith & Weston de su tío abuelo, que fue caudillo radical de Tandil en tiempo de los conservadores. Nada la excita más que el frío del metal pesado sobre su mano tibia. Juega con la idea de matar, otra vez como hace tantos años, juega con la idea de matar.
NECIA, dice una voz a sus espaldas. Y un soplo de viento se mete por la puerta de entrada.
- Me tiene las bolas por el piso, lo mato, un día de estos lo mato
- que?
- si como te lo digo, así me dijo el lámpara que Alex le había escuchado al punto (no denunciare a la fuente) y estaba muy nervioso!
- Déjate de joder que vos no sos periodista y además de los códigos de divulgación nunca respetaste ninguno, apunta Gustavo desde el pasillo
- Que haces vos por acá, no tenías que estar con tu mujer?
- Si, vine a avisar que a Marina la ven mañana y estoy preocupado, avisaba porque por ahí por un tiempo no me ven mas
- eeh, no te pongas así
- y vos no te hagas el boludo y desembucha
- lo que?
- la nota que te dejo el fiambre.
- ah, vos sabias?
- ya te dije que no podes guardar un secreto y menos si esta escrito
- Sire, sapere, experior.
- Laura entra a la red y lee, aquello que se sabe por lo que se dice.
- Tiene lógica, te contaron algo mas y no lo estas ...
- pero sapere no es saber?, y yo no se, te juro que no se o por lo menos no lo entiendo!
- sapere es aquello que se sabe porque se lo ha saboreado una vez!. Saber, sabor, parece que son familia, mataste a alguien alguna vez?
- de un hondazo
- queee
- un chingolito, estaba parado ahí, a un metro sobre el alambre y le corte la cabeza con un bulón, todavía me tortura esa imagen, sangre por todos lados. Los chingolos tienen sangre dulce sabes?
- aterriza que nadie se preocupa por un chingolo, hablamos de gente!
- no que yo recuerde, pero con mi mala memoria podría ser.
- Un pelotudo, tremendo pelotudo que dice cosas incongruentes
- y experior?
- es aquello que se sabe porque se lo ha experimentado repetidas veces. Como hacen los científicos de puro masoquistas penosos.
- si, una vez recuerdo de haber estado en uno de esos caminos de la Patagonia, sin alambrados ni ganado a la vista, solo unas lomadas, arbustos chaparritos, arena y viento, si mucho viento. Íbamos para Deseado, nunca un puerto tuvo tan buen nombre visto desde el desierto de tierra. Teníamos que llegar, queríamos llegar rápido, el barco se iba y nosotros debíamos ir en el.
- No sabia que habías sido marinero
- y muchas otras cosas, pero marinero no llegue a ser
- como?
- es que la camioneta a mitad de la nada, se plantó, ni un ruido, ni vapor, ni olor, solo se plantó.
- y que hicieron?
- Roberto que venia conmigo, me dijo, fijate vos si sabes algo de mecánica.
Yo de mecánica sabía la cara del mecánico, la mugre del trabajo, donde estaba el motor y como llamar al auxilio pero allí no había medios para comunicarse.
Abrí el capo y miré, toque, golpetee, tironee, reenchufe, mire el agua entre vapores asesinos, mire el combustible, mire hasta el aire de las ruedas y nada.
- Y Roberto?
- Eso es lo extraño, Roberto ya no estaba en el auto, andaba por el medio del campo juntando ramas verdes
- para?
- vino al rato y me dijo, Flaco, sacate la pava que vamos a hacer un fueguito y nos cebamos unos mates!.
Che, dice Laura con aire preocupado, todos tienen las llaves de un depto que recién alquilo y yo mismamente no se la dí a naides. Soy una solterona muy celosa de su privacidad ...
Me lo encontré a Javier por la calle mirando un papelito y me dio unas llaves y me dijo que eran de tu nuevo departamento.
¿Ya no se usa tocar timbre?, dice Laura con aire de estar a punto de matar a alguien. Inmediatamente escucha con la cabeza lo que Gustavo dijo un par de minutos antes y pregunta: ¿Qué le pasa a Marina, Alaspies? ¿Estás preocupado?
Y ahí no más pone la pava y piensa en que si mate, en que si café y que su mañana está podrida pero que uno de estos zanguangos angustiados bien valen una mañana podrida.
Dice zafras nafras, se va al dormitorio, guarda la Smith y piensa que sus deseos de matar quedarán para mejor ocasión. En fin, de nuevo le toca jugar el papel de la buena samaritana -a ella, la bruja mala de los cuentos; a ella, la mala delincuenta de las pelis.

Fin de Capitulo 1

15 comentarios:

laura dijo...

¿Que están haciendo? pregunta Laura. La nariz sirve para que las cosas salgan, no para que entren. Y el único esnifeo que me banco es el que se produce durante o después del llanto.
Dale, probá un poquito, dice el que te dije, no seas puritana y prejuiciosa.
No es cuestión de juicios morales, la cosa es que no me gusta, y menos me gusta el efecto.
Laura dice todo esto desde la puerta y Javier, que hasta el momento se había quedado callado y mirando al piso dijo:

laura dijo...

En la casa desnuda de Laura no hay copas. Sólo vasos porque las copas las dejó en la casa que abandonó casi como una prófuga. Trae vasos y sirve el vino. Sigue ciega, como desde los 10 años pero un poco más, y se deja maltratar. Piensa/siente: todo sea por el cariño con el que me maltratan.
Laura dice algo acerca de algo que leyó en un libro que leyó que está tirado en el piso -y que la mata de amor- y se hace la superada. Se ríe porque el fumito de la goleta está bueno y porque prefiere hacerles creer a todos que es una persona leve -aunque es pesada como collar de melones.
Javier, desde el puff amorfo, mira con ojos de perro azul y Laura piensa que por qué sufre tanto. Piensa eso y dice algo acerca de alguien que le importa poco. Se va instalando una nada.

laura dijo...

Y vos qué hacés en los despachos de los ministros, Jaiver? Yo creo que nunca entré al despacho de un ministro. Dijo mientras pensaba y tarareaba en la cabeza, "Erró como todo llanto", que es lo que tararea casi todo el tiempo hace meses porque hace meses sabe que su sufrimiento es el error que la convierte en perdedora. Laura sabe que hay dos diálogos: el que se escucha con los oídos y el que no se escucha, pero ahí está. Y en ese preciso momento se da cuenta que la charla acerca de ministros, goletes y otras menudencias aturde otro diálogo que nunca resonanará en otro ámbito que no sea en las cabezas, al menos en las cabezas de Javier y de ella. Y que es un diálogo un poco hostil. Cambia de tema en el diálogo de afuera e inenta sofocar el diálogo de adentro.

laura dijo...

Dice un chiste malo acerca de hombres grises -No lo ví a Natalio Ruiz en la goleta-, se ríe como una boba, sirve otra ronda de vino para toda la concurrencia y se acuerda que tiene unos bombones deliciosos que rápidamente socializa. Comer chocolate es una buena forma de cambiar de tema y es un buen intento de cambiar el clima tormentoso que se le está instalando en la cabeza.

laura dijo...

Javier dice que vamos a terminar asesinando a alguien. A Laura le gusta bastante la idea pero se pregunta si se van a poner de acuerdo con el "blanco", como dicen los documentos del archivo de la policía en el que ella trabaja.
Laura tiene blanco elegido, pero piensa que es demasiado obvio y que todo el mundo la va a culpar a ella. ¿Quién será el blanco elegido por Javier? Misterio, como casi todo con ese tipo.

laura dijo...

Yo no ví nada de nada. Estaba ahí, sentada en el piso al lado de la ventana, entre Miguel y Jorgito, pero no ví nada de nada. Y creo que subí por el ascensor y no por la escalera. ¿qué me perdí?
¡Jamás te diría libriano puto!

laura dijo...

Mientras tento Laura se queda sola en su casa vacía. Las visitas se han ido yendo de una en una y ha tenido que bajar a abrir la puerta una y otra vez, pero no recuerda quién se fue primero. Está sola, la casa quedó enquilombada a pesar del vacío.
Ahora tengo que achicar el pánico, piensa mientras levanta vasos, botellas, platitos con restos de queso, de aceitunas, de nueces. Acostarse con todo tirado por ahí no es una buena política, porque no solamente garantiza un acostarse culpable sino también un despertar horrible.
Tiene el mate a mil, a pesar de que está muy cansada. Piensa en las cosas dichas y decide que en vez de irse a dormir directamente se va a dar una ducha para sacarse la sputza del día. Abre la ducha, se saca la ropa y cuando el baño está lleno de aromas y vapores le parece escuchar un ruido como de puerta que se abre. Saca la cabeza por la cortina de la ducha y lo ve a Javier que la mira como si hubiera visto al demonio. En una mano tiene un cacho de papel, en la otra un tramontina de los que ella acaba de lavar. Se miran unos segundos y Javier sale corriendo.
¡qué carajo le pasa a este tipo? se pregunta. Y se pone a pensar, mientras sale de la ducha y se seca, que a Javier no le sienta el fumo. Estuvo toda la noche meditabundo, y los únicos comentarios que hizo fueron más misteriosos que de costumbre. Hace tiempo que Laura tiene la impresión de que Javier le quiere advertir acerca de algo o de alguien, y que lo hace de una manera poco clara. Laura cree que Javier cree que ella está en riesgo.
Hay alguien peligroso en este viejo / nuevo grupo de amigos reencontrados, y ella que creía saber quién era el asesino ahora se pregunta si no es Javier, o si Javier no la estaba adviertiendo acerca de sí mismo.
Con el piyama puesto va hasta la puerta del departamento, que ha quedado abierta de par en par. Otra misterio hasta que se da cuenta que no está el segundo juego de llaves que había dejado apoyado en la mesita del living.
Cierra la puerta, prende un pucho, se sirve un resto de vino, va a la pieza y saca la Smith & Wetson de su tío abuelo, que fue caudillo radical de Tandil en tiempo de los conservadores. Nada la excita más que el frío del metal pesado sobre su mano tibia. Juega con la idea de matar, otra vez como hace tantos años, juega con la idea de matar.
NECIA, dice una voz a sus espaldas. Y un soplo de viento se mete por la puerta de entrada.

laura dijo...

Che, dice Laura con aire preocupado, todos ienen las llaves de un depto que recién alquilo y yo mismamenente no se la dí a naides. Soy una solterona muy celosa de su privacidada ...
Me lo encontré a Javier por la calle mirando un papelito y me dio unas llaves y me dijo que eran de tu nuevo departamento.
¿Ya no se usa tocar timbre?, dice Laura con aire de estar a punto de matar a alguie. Inmediatamente escucha con la cabeza lo que Gustavo dijo un par de minutos antes y pregunta: ¿Qué le pasa a Marina, Alaspies? ¿Estás preocupado?
Y ahí no más pone la pava y piensa en que si mate, en que si café y que su mañana está podrida pero que uno de estos sanguangos angustiados bien valen una mañana podrida.
Dice zafrasnafras, se va al dormitorio, guarda la Smith y piensa que sus deseos de matar quedarán par amejor ocasión. En fin, de nuevo le toca jugar el papel de la buena samriana -a ella, la bruja mala de los cuentos; a ella, la mala delincuenta de las pelis.

laura dijo...

Che, dice Laura con aire preocupado, todos tienen las llaves de un depto que recién alquilo y yo mismamenente no se la dí a naides. Soy una solterona muy celosa de su privacidad ...
Me lo encontré a Javier por la calle mirando un papelito y me dio unas llaves y me dijo que eran de tu nuevo departamento.
¿Ya no se usa tocar timbre?, dice Laura con aire de estar a punto de matar a alguien. Inmediatamente escucha con la cabeza lo que Gustavo dijo un par de minutos antes y pregunta: ¿Qué le pasa a Marina, Alaspies? ¿Estás preocupado?
Y ahí no más pone la pava y piensa en que si mate, en que si café y que su mañana está podrida pero que uno de estos sanguangos angustiados bien valen una mañana podrida.
Dice zafrasnafras, se va al dormitorio, guarda la Smith y piensa que sus deseos de matar quedarán para mejor ocasión. En fin, de nuevo le toca jugar el papel de la buena samaritana -a ella, la bruja mala de los cuentos; a ella, la mala delincuenta de las pelis.

laura dijo...

Para colmo de males no sólo conversan entre ellas sino que todo el tiempo les suenan los celulares -que suenan muy fuerte y con músicas horribles- y todas las conversaciones empiezan igual: Aquí estoy, en el colectivo yendo a La Plata. Inmediatamente viene una precisión, que a nadie le interesa, acerca del punto exacto en el están: subiendo a la autopísta, por el peaje de Hudson, bajando la autopista.
Él piensa: Esa generación está creciendo con una costumbre nueva, la de ser monitoreados por satéllita. ¡Qué lo parió! El otro día la Bruja me dijo que una gran diferencia entre el pasado y el presente es que acerca del pasado la dificultad está en encontrar registros de la vida de los sectores populares, y que en el presente el problema es discernir qué vale en la selva amazónica de fotos digitales, videos, grabaciones, llamadas telefónicas, imágenes tomadas con los celulares. La abundancia y la escasez se encuentran de una manera notable, piensa el tipo ya definitivamentte resignado a no dormir en el viaje. Las "chicas" siguen chillando como monas excitadas.

laura dijo...

Ay los amigos. Los viejos amigos de la infancia tienden a veces unos lazos que no se rompen con nada. A veces no, a veces hay hechos que hacen trasmutar ese amor en intolerancia -tan indestructible como ese mismo amor.
Pero no es el caso con Javier, Gustavo y el Pato. Hay una incondicionalidad que no se improvisa.
Se sirven el vino y la cerveza y se sientan en el patio debajo del árbol en un juego de jardín de hierro, como los de la infancia. Cae la noche.

laura dijo...

En otra parte de la misma ciudad Laura habla con Tormento Malsano por chat. Se han acostumbrado a esa nueva modalidad del diálogo desde que ella volvió de Estados Unidos y él sigue viviendo en Buenos Aires.
Estuvieron chateando desde la mañana con intermitencias. Hablaron de de todo un poco: de Paco, el hijo del Gordix que entra este año a estudiar historia, del laburo, de la salud y la enfermedad, mucho de Los jaivas porque Laura de golpe se acordó de la letra del Pregón para iluminarse y le agarró uno de esos ataques de impaciencia que le agrran de escuchar una determinada música, de las choteces físicas del uno, de los descontroles de una otra. Lo que ella extraña es la risa, porque en el chat la risa se traduce en un je je o en un ja ja, y a ella le gusta escuchar la risita estilo Patán de Tormento que es tan dofícil de lograr, porque el tipo es exigente en todo y ella, desde hace más de 30 años, ejercita una forma del humor específica para lograr que el tipo se ría.
Tormento no está haciendo música ahora y Laura lo lamenta en serio. Por alguna razón Jose le hace acordar a Tormento y trata de que se hagan amigos, pero no es fácil porque ambos son huesos duros de roer -tal vez sea porr eso que los vincula.
Cae la noche y Laura se sirve una cerveza. Hace mucho calor.

laura dijo...

Sí, unos cuantos Schindlers, como quien dice, una larga lista de Schindlers. Al Gordo y a mí nos salvó Oliva de más de una. A mí de más de una falta cuando la cosa se puso fea y yo no sabía dónde me tocaba dormir cada noche en el 76 y al Gordo de esas cagadas que se mandaba -y después ponía cara de perra a la que se la están culeando. Y ahora que pienso al Ershul también le salvó la vida la vez que puso poxiran alrededor del practicante de historia y le prendió fuego. Ahí todos fuimos salvados, porque cuando finalmente, después de varios intentos infructuosos, el hilo de fuego corrió, todos nos pusimos a bailar una danza india de nuestra invención alrededor del fuego. Fue lindo.¨
Pero volviendo a la fiesta de la primaver del 76, yo me la acuerdo con pelos y señales.

laura dijo...

Te digo que me la acuerdo con pelos y señales pero cuando tengo que concretar lo que se me vienen al galope son sensaciones e imágenes. Por un lado, todo el día en el campo de deporte y el Loco Actis totalmente en pedo. a mí me daba miedo, eso me lo acuerdo patente patente, como decía la Chona. También me acuerdo que se rumoreaba que Actis tomaba vino con Rohimnol, y que por eso tenía los labios morados ese día.
A la tarde nos fuimos al Colegio y hubo un recital en el que tocaron compañeros nuestros. Me acuerdo perfectamente del Loco Fino Con una galera enorme blanca, ¿te acordás? Y del Gordix y Marcelito.
Pero no tengo idea que lo de matar el punto haya empezado ese día. Contame.

laura dijo...

-Pero no entiendo, ¿te fuiste a Magdalena? Hablá claro porque estoy medio pelotuda y no entiendo mucho las metáforas. ya sé que un poco de ambigüedad es para tí la mejor fruta, pero en este momento quiero datos claros. Estamos hablando de lo que estamos hablando, no de metafísica nene.
-Uy, qué intolerante!
-Ya te dije que estoy más pelotuda que de costumbre. Y hoy estoy especialmente intolerante porque me está dando negativo el balance de fin de año: mal en el laburo, mal en amores, mal con la tesis, descontrolada con el pucho ...