martes, 23 de diciembre de 2008

Dialogos c2


- Como estoy ahora, resfriado, no puedo contarte nada mas, mejor llamame mañana por la noche!. Dice Juan y se va a sufrir su resfrío.
Pablo, del otro lado sabe que si hay alguien bien flojo con las enfermedades es Juan y dice,
- Mejor, esas son cosas que no se hablan por teléfono!, nos vemos.
Las sabanas estaban frescas como hojas de papel tisú, el perro, negro, blanco y rosa parece una mancha equivocada en el medio. Primero hay que saber sufrir!, fuera bicho!. Pero el coso no se mueve y peor, empieza a dar vueltas como molinete hasta que vuela la alpargata con destino incierto sobre sus orejas.
- Chau perro.
Me meto en la cama como si me probara un traje a medida.
Doy vueltas en la cama, a uno y otro lado, la soledad no me ayuda, siempre necesito molestar a alguien para dormir mejor.
Le digo a Lucia que lee y no me deja dormir:
-Ayer volví de Buenos Aires con suerte, encontré un asiento libre, no tuve que esperar mucho, sali temprano.
- Ah
- Pero a mi lado iban tres chicas,
La miro de reojo a ver si se distrae y puedo hacer que apague la luz,
- ni lindas, ni graciosas y conversaban entre risas.
Me imagino en el micro, sentado incomodo, viendolas en el asiento de atras a la izquierda. Una esta de pie.
Para colmo de males no sólo conversan entre ellas sino que todo el tiempo les suenan los celulares -que suenan muy fuerte y con músicas horribles- y todas las conversaciones empiezan igual:
- Aquí estoy, en el colectivo yendo a La Plata.
Inmediatamente viene una precisión, que a nadie le interesa, acerca del punto exacto en el están: subiendo a la autopista, por el peaje de Hudson, bajando la autopista.
Piensa:
- Esta generación está creciendo con una costumbre nueva, la de ser monitoreados por satélite. ¡Qué lo parió!
Digo un poco enfáticamente, tratando de captar la atención
Ahora estoy despierto, no tengo mas ganas de dormirme.
- El otro día la Bruja me dijo que una gran diferencia entre el pasado y el presente es que acerca del pasado la dificultad está en encontrar registros de la vida de los sectores populares
Me mira con un ojo para ver si estoy hablando en serio
- Bruja?
- (sigo) y que en el presente el problema es discernir qué vale en la selva amazónica de fotos digitales, videos, grabaciones, llamadas telefónicas, imágenes tomadas con los celulares.
- Bruja?
- Laura, digo laura, la bruja
- Es rara esa chica
La abundancia y la escasez se encuentran de una manera notable, piensa el tipo ya definitivamente resignado a no dormir.
En su cabeza, las "chicas" siguen chillando como monas excitadas. Puede verlas de arriba abajo.
Todavía resuenan en mis oídos esas risitas incontenibles pero ninguna de las palabras. Porqué serán importantes las palabras?
- El mundo esta lleno de esas cosas simples que pasan sin dejar rastro. El pasado esta lleno de ellas, casi a reventar, la historia no, la historia esta llena de hechos importantes, que marcan el antes y el después, mas bien que pretenden. Para mi, la historia siempre fue demasiado pretenciosa aunque también apasionante, si esta bien contada.
- Eso lo decís vos o también es de Laura?
Lucía ahora esta fastidiada, no la dejo leer ni dormir.
- Mio. Creo que esos otros momentos simples aparecen cuando uno para, se revuelve sobre uno mismo y siente. El otro día me acordaba de todo un día en la escuela de tan solo palpar la corteza de un joven tilo. En el patio de la escuela había tilos añosos y otros jóvenes y con las hojas hacíamos Plop!.
- Tiraron la victrola por la ventana! entro alguíen al trote
- Quienes?, a coro
- Los agarraron, Están en dirección! un tercero que se tropieza al llegar
Pato, Pablo y Gustavo eran una furia irremetible que saltaba ventanas, corría árboles, flotaba figuritas en los zócalos. Su lugar natural era la dirección.
- Simple, nosotros dejamos a una colgada de una ventana del segundo piso porque era una histerica. Te parece simple?
- No, me parece una salvajada
Me doy vuelta y me duermo instantaneamente ahora que se que Lucia no podrá dormir por un buen rato.
En el sueño, escucho:
-Ellos no hubieran podido matar a nadie!
-No, no creo, ni siquiera por diversión aunque por estar aburridos en otra época tal vez..
- Escúchenme, ya les dije que no iba a ventilar este asunto en público, no jodan mas por favor!, dijo uno que mientras sudaba profusamente- podría haber sido Gustavo que hacia unos días que estaba enfermo y el calor del verano lo hacia transpirar.
Eran las primeras horas de la tarde y afuera las chicharras atronaban, el silencio era glacial y en la calle ni los perros asomaban sus hocicos fríos.
Debia ser Gustavo si.El camino a la casa de Gustavo pasaba por la Plaza de Rocha, una cancha octogonal poblada de enormes tipas blancas que en estos días cubria el suelo de una alfombra amarillo oro. En el medio, una ominosa mole de cemento con figuras antropomorfas propias del constructivismo mas clásico. Gustavo pasaba por ahí antes de llegar a lo de su tía, frente al Teatro Argentino, donde cuando era chico se cruzaba a jugar en el jardín de la paz o de las naciones.
Gustavo construía historias, guardaba todas para sus amigos y no dejaba ninguna para el, excepto esta ultima y eso lo tenia mal.
Había sido un pez en el agua hasta finalizar la escuela secundaria, tenia en sus amigos un paraíso personal, pero a medida que la diáspora se fue acentuando, su mundo se fue achicando.
Lo encontré una vez, hace unos 20 años adiestrando perros en un parque. Lo peculiar es que el era un bicho de departamento, nunca le conocí una mascota, ni siquiera uno de esos peces dorados en bolas de vidrio, ni una planta, pero allí estaba. Supe, me contaron que le había dado por hablar a los perros y como siempre ocurría con sus historias, estos lo escuchaban y así se hizo perrero.
En otra oportunidad, lo encontré haciendo transporte escolar, llevaba chicos a la escuela de mis hijos. - Hola, que haces acá?, - Tengo un transporte escolar, me va bien. Supe de inmediato que estaba tratando de recrear sus tiempos de la infancia sin percatarse de que entretanto, había crecido.
De tanta búsqueda, el tipo se estaba enfermando, gravemente. En su impotencia, arrojaba golpes al aire que desafortunadamente en ocasiones encontraban un blanco inocente en el camino, lo que le acarreo algunas duras respuestas. Hasta que un vecino lo condujo a una escuela de artes marciales, aprendió pero no pudo llenar su tristeza interior. Conozco a Gustavo desde los 4 años y no me había dado cuenta de nada de esto hasta que dio la casualidad de que compartimos el mismo medico chino.
Tito (perdón, debería aclarar que tiendo a llamarles Tito a quienes me encariño aunque sepa cuales son sus nombres de pila, Tito es como hablarles a alguien que esta dentro de ese nombre, a su nombre verdadero, el cual por supuesto no conozco), Gustavo esta bien?
- Usted siempre igual Dividiendo y apartando, eso no lo llevará a nadie a ninguna parte.
- (tratando de estar aquí y ahora), es que, me gustaría que estuviera aquí.
- Le diré esto y nada mas, porque entiendo que su destino y el de el tienen algo en común que tendrán que descubrir un banco de Peces. El favor llega a través de las damas de la corte. Fundamental, Todo sirve al Progreso.
- gracias tito, creo que puedo con ello.
A mí siempre me habían gustado las metáforas chinas, leía cuentos chinos de niño y eran los que mas me gustaban
Un campesino de las tierras del sur no encontraba su hacha en los lugares donde la guardaba y sospechando del hijo de su vecino comenzó a observarlo. El muchacho era bastante holgazán, siempre estaba por ahí husmeando y no le había caído simpático nunca. Observó la manera de caminar del muchacho –exactamente como un ladrón, se dijo. Observó la expresión del joven –idéntica a la de un ladrón, con esa mueca ladina. Observó su forma de hablar –igual a la de un ladrón. Concluyó que todos sus gestos y acciones lo denunciaban culpable de hurto pero no tenía aun las pruebas.
Días más tarde, encontró su hacha en un valle que no solía visitar. Y después, cuando volvió a ver al hijo de su vecino, todos los gestos y acciones del muchacho le parecían muy diferentes de los de un ladrón. Abajo, al pie del libro de tapas duras y cerezos en flor decía, Lie Zi.
- Me gusta esa historia. Suele pasar mucho con las mujeres, los hombres piensan sobre ellas que se ofrecen y en realidad es lo que ellos quisieran que ocurriera.
- Hablas como en el libro, en infinitivo.
- bueno, parece mas serio pero es cierto, los gestos dicen muchas cosas pero nos quedamos con una versión, mas frecuentemente la que nos conviene.
- Obvio
- Mira, acá tengo esta foto, quien es la morocha de abajo a la izquierda?
- No se, la conozco?
- Si, el Lucia, hermosa no?
- eso lo decís por la charla del otro día, de las mujeres que nos gustan
- je je, si, a veces soy muy traicionero
- Si pero tenés razón, una foto puede mostrar mas de una persona porque la pone en un contexto determinado y nos obliga a leer lo que pasa ahí.
- sin embargo el decir hermosa es una convención, quiero decir que hay algo entre ella y yo, eso es lo que me gusta.
- lo dicho, raro como perro verde.
- una cerveza fría?
- gracias, soy celiaco y me haría mal!
- tengo un vinito blanco, ya te digo y sale a ver que tiene en la bodeguita de la amistad, un Chardonnay sino tendrá que ser un "methode champenoise" local bastante bueno.
- Me quedo con el Chardonnay. Que raro, pensé que no tomabas blanco
- Es que por ahí viene Pato y es lo único que toma. A el le gusta el vino rasca, de 3 pesos pero yo le pongo uno mejor en la botella de Arizu y me lo acepta.
- Ja ja, ese Pato.
- Sabias que se muda no?.
- Si, adonde ira a parar?
- Encontró una casa baratita para comprar con la venta del depto pero no tiene para señarlo, pensé en vos
- (silencio, piensa en como convencer a Lucia del préstamo)
Ay los amigos. Los viejos amigos de la infancia tienden a veces unos lazos que no se rompen con nada. A veces no, a veces hay hechos que hacen trasmutar ese amor en intolerancia -tan indestructible como ese mismo amor.
Pero no es el caso con Javier, Gustavo y el Pato. Hay una incondicionalidad que no se improvisa.
Se sirven el vino y la cerveza y se sientan en el patio debajo del árbol en un juego de jardín de hierro, como los de la infancia. Cae la noche.
La cumbia suena, pegajosa como siempre. Asocio la cumbia con el verano aunque suena todo el año. No hay mosquitos, es la Niña y la seca espanta hasta los muertos. En los pueblos el aire se lleva los últimos pesos y deja la esperanza para la próxima pasada. Lloverá?.
En otra parte de la misma ciudad Laura habla con Tormento Malsano por chat. Se han acostumbrado a esa nueva modalidad del diálogo desde que ella volvió de Estados Unidos y él sigue viviendo en Buenos Aires.
Estuvieron chateando desde la mañana con intermitencias. Hablaron de de todo un poco: de Paco, el hijo del Gordix que entra este año a estudiar historia, del laburo, de la salud y la enfermedad, mucho de Los jaivas porque Laura de golpe se acordó de la letra del Pregón para iluminarse y le agarró uno de esos ataques de impaciencia que le agarran de escuchar una determinada música, de las choteces físicas del uno, de los descontroles de una otra. Lo que ella extraña es la risa, porque en el chat la risa se traduce en un je je o en un ja ja, y a ella le gusta escuchar la risita estilo Patán de Tormento que es tan difícil de lograr, porque el tipo es exigente en todo y ella, desde hace más de 30 años, ejercita una forma del humor específica para lograr que el tipo se ría.
Tormento no está haciendo música ahora y Laura lo lamenta en serio. Por alguna razón Jose le hace acordar a Tormento y trata de que se hagan amigos, pero no es fácil porque ambos son huesos duros de roer -tal vez sea por eso que los vincula.
Cae la noche y Laura se sirve una cerveza. Hace mucho calor.
Vengo de la luna al mar, voy de paso por esta ciudad. Buenas noches señorita.
Traigo lunas para su jardín...
Zumbona entre los tilos.
- Juan, fue el concierto de primavera no? (la gente de la plata usa mucho el no como afirmación o como pregunta, color local)
- Nooo, como te acordás!
- Me acuerdo porque en esos días casi nos toca
- que?
- Estábamos con Guillermo haciendo boludeces en al aula y así nomás, de una patada le hicimos un agujero del tamaño de un puño al pizarrón. Hoy no pasaría nada pero en esa época te podían llevar preso, daño intencional a los bienes del estado, amenaza a la seguridad publica, subversión, que se yo, hoy decir eso es un disparate, entonces era normal.
- y que paso?
- el profe, nos hizo la gamba y nos cubrió mientras una comisión se rateaba para comprar y recolocar la parte rota del pizarrón. Todo con la venia del jefe de disciplina. Contradicciones del sistema, la GESTAPO encubriendo a los judíos.
- Si, a nosotros nos paso algo parecido, te acordás Laura?
-Sí, unos cuantos Schindlers, como quien dice, una larga lista de Schindlers. Al Gordo y a mí nos salvó Oliva de más de una. A mí de más de una falta cuando la cosa se puso fea y yo no sabía dónde me tocaba dormir cada noche en el 76 y al Gordo de esas cagadas que se mandaba -y después ponía cara de perra a la que se la están culeando. Y ahora que pienso al Ershul también le salvó la vida la vez que puso poxiran alrededor del practicante de historia y le prendió fuego. Ahí todos fuimos salvados, porque cuando finalmente, después de varios intentos infructuosos, el hilo de fuego corrió, todos nos pusimos a bailar una danza india de nuestra invención alrededor del fuego. Fue lindo.¨
Pero volviendo a la fiesta de la primavera del 76, yo me la acuerdo con pelos y señales.
- sabias que todo empezó ahí no?. Digo, la historia que terminó matando al punto. De que te acordás?
-Te digo que me la acuerdo con pelos y señales pero cuando tengo que concretar lo que se me vienen al galope son sensaciones e imágenes. Por un lado, todo el día en el campo de deporte y el Loco Actis totalmente en pedo. A mí me daba miedo, eso me lo acuerdo patente patente, como decía la Chona. También me acuerdo que se rumoreaba que Actis tomaba vino con Rohimnol, y que por eso tenía los labios morados ese día.
A la tarde nos fuimos al Colegio y hubo un recital en el que tocaron compañeros nuestros. Me acuerdo perfectamente del Loco Fino Con una galera enorme blanca, ¿te acordás? Y del Gordix y Marcelito.
- Pero no tengo idea que lo de matar el punto haya empezado ese día. Contame.
- lobo suelto, cordero atado. Con seis meses de proceso, uno estaba semi clandestino.
Se toma el tiempo para recordar o para hacer que el aire que de pronto se ha vuelto denso como un tiro de escopeta a dos metros, se convierta en el aliento que le falta.
- Había una banda ...
Las caras pasaban pero no se detienen. Porque no puedo acordarme del momento en que el punto le saco la guarda a Mariela?. Los comunistas la pasaban mal y mara era muy bonita y atractiva. Los machos la seguían con la tensión alerta pero seguro que alguna lesbo estaría cerca. La relación entre mujeres era muy jodida y te podía llevar rápidamente a la zanja o al lugar de donde muy poquitos volvieron. Se ensañaban. Para peor, los grupos políticos solían rechazarlas, también a los homo. Ese día de la primavera no es el que recuerdo, tratando de estar lejos de todo y cerca al mismo tiempo.
- Escondete, te están buscando!. No te puedo decir más pero esto es muy serio.
Y me fui, en cada auto un grupo de tareas, en cada árbol un servicio, en cada zaguán una puerta de escape. Esperar la noche en un descampado, esperar un mensaje mas claro, más alentador.
Cerca de casa esta el paraje de la magdalena, un puerto fluvial muy chiquito sobre el mar de Solís. Hay un arroyo con altos árboles y densos juncales que alternan con unos prados de césped verde esmeralda. Una casilla de prefectura es la única presencia visible del estado.
-Pero no entiendo, ¿te fuiste a Magdalena? Habla claro porque estoy medio pelotuda y no entiendo mucho las metáforas. Ya sé que un poco de ambigüedad es para ti la mejor fruta, pero en este momento quiero datos claros. Estamos hablando de lo que estamos hablando, no de metafísica nene.
-Uy, qué intolerante!
-Ya te dije que estoy más pelotuda que de costumbre. Y hoy estoy especialmente intolerante porque me está dando negativo el balance de fin de año: mal en el laburo, mal en amores, mal con la tesis, descontrolada con el pucho ...
-Entonce comprate un billete de lotería, que si te va mal en todo lo demás en una de esas te va bien en el juego. Y no exageres que te está yendo lo más bien, lo que pasa es que te inventás que la vida puede de otra manera.
-Siempre interrumpís los cuentos con alguna reflxión introspectiva. La sigo: el descampado, los juncos de Magdalena, Y el miedo, sobre todo el miedo.
Laura suele hacer esto cuando está fastidiada. Como muchas mujeres que trabajan, quiere mantener el control a cualquier costo y cuando no pueden, como casi nunca podemos salvo que el mundo se reduzca a casi nada, disparan.
Se ha puesto a leer emilios en la computadora, son las 3 de la mañana y sabe, sabe bien que en un rato me levantaré, abriré la puerta negra que da al ascensor y saldré a la calle a pasar un rato con los travestis.
- Jap, te rajó la bruja!
- brrr!, querés un trago antes? no tengo vasos hoy.
- ke no te raspes querid, apunta la o el personaje color azul violeta lustroso. Mide como 2 metros y tiene mucho éxito.
- no, protegido de Obama, no hay problema, estoy vakunado. No hay humo de marihuana, usan una mezcla de mezcalina con maria en pipa de agua que no da olor. En el auto, un taunus sedan de los ochentas una musica de ska suena bajito, el jefe está ahí, a oscuras, negro.
- Estuvieron los azules, -... preguntaron por vos!
Es un aviso, si fuera en serio no se hubieran puesto el overoll, cosa de juanpi, ese ortiva piensa que porque lo conozco desde que pateaba latas por el bosque le voy a dar info sobre el caso. A mi que me importa lo que le pasó al punto!.
Seguro que Laura le dijo algo, buchona!.
Piensa un poquito y se da cuenta que no hay razones objetivas para sospechar siempre de Laura. Pero él siempre sospecha de Laura.
Suena el telefono, uno de esos rings viejos, triin, espera, trinnn. Nadie contesta, no hay nadie. El timbre calla y llaman de la calle.

Fin del capitulo dos por fin de año.

4 comentarios:

laura dijo...

-Entonce comprate un billete de lotería, que si te va mal en todo lo demás en una de esas te va bien en el juego. Y no exageres que te está yendo lo más bien, lo que pasa es que te inventás que la vida puede de otra manera.

laura dijo...

-Si, ya sé estoy harta de triunfar. Pero bueno, dale, seguí con el cuento. ¿Qué pasó? Estábamos en el asunto de la casilla de prefectura en Magdalena.

laura dijo...

-Siempre interrumpís los cuentos con alguna reflxión introspectiva. La sigo: el descampado, los juncos de Magdalena, Y el miedo, sobre todo el miedo.

laura dijo...

Piensa un poquito y se da cuenta que no hay razones objetivas para sospechar siempre de Laura. Pero él siempre sospecha de Laura.