miércoles, 30 de julio de 2008

El sabor de la tierra humedecida por las nubes

Poyo querido, te escribo desde estas sureñas tierras de nadie tan solo como un acto de soberanía, de reclamar lo que es nuestro y se llevó el Imperio sin pedir permiso.

J, podrías de una buena vez darte cuenta de que no sos el ombligo del mundo?
No, si así fuera, mi mundo se derrumbaría.
Lo que si, intento darme cuenta es de mi.

Tenes los pies fríos, movete
L a veces llama, a veces escribe, a veces. Porque no te dejas de joder y haces algo piba!

Tambien C escribe, la he visto tambien deslizarse torpemente por las veredas rotas de su barrio. Usa los jines gastados como si tuviera 20. Alguno todavía se da vuelta cuando pasa. Las ropas suspiran. La llamo, para que? solo para que sepa que estamos ahí, que no se haga la boluda y nos deje. No se la vamos a hacer facíl.

No hay caso, por mas que intento no hacer, hago.

Uff, esto no sirve. No tiene sazón. Otro dia mas en la tierra y van ...
Seguire mas adelante, posiblemente borre todo pero seguro surgiran comentarios, chusmas inciertas que como vocaciones clausuradas querrán preservar lo que no lo merece. Si me gustaría poder poner una imagen de un trabajo de martin o un poco de sierras de aro, o el aire frio del cabayo, o la sonrisa de miguel.
Esto tampoco sirve, mejor me voy a otro lado que aca no va.

1 comentario:

laura dijo...

J escribe poco y está podrido de escribir, pero escribe. Eso se llama compulsión neurótica. Pero ya se sabe que cualquier calificación que aluda a metáforas médicas es una agresión. L se retracta -se retracta y se reflecta en la misma compulsión neurótica, pero cuando es para sí misma la agresión no necesita perdones.
Todos y todas tienen algo bello: jeans, sonrisas, aires, dibujos. Sólo L habla, escribe, jode y no hace nada. Así es la vida del pobre carretero, decía Perla, la madre de L.
Y hasta el J más cansado y desleído tiene un bello fresco para poner en el haber ...
S.O.S.