sábado, 17 de noviembre de 2007

Qué bronca, pero qué bueno! .. y qué suerte!

Será que el temperamente no se aja ni cae en grises por el tiempo. Será que reniego de mis brazos cortos, que pierden constantemente algo de lo algo que han juntado. Será porque mi ignorancia me ha ocultado hasta hace qué se yo cuanto que el pasado no está irreversiblemente perdido sino, más bien, irrevocablemente guardado.

En descuidos de momentos me da bronca haberme olvidado de nombres, de caras, de historias. Bronca de saberme responsable en su medida de que el espacio de 30 años, de 15, 20, 10 o del que se trate, es desidia propia aunque haga trampa y aproveche la culpa que cargan los caminos distintos en que las vidas viajan. Hasta me traiciono y me permito la bronca de no haber estado en más lugares de los que estuve en esos días, aun seguro de que les saqué el jugo y no me debo nada. Sé que no quedaba disponible calle para tener más calle, ni existían más horas de sueño para robar de las que ya había robado, pero el temperamento, el que no se aja ni gris caduca, me traiciona y arbitrario me reclama no haber corroborado aun sabiendo lo sabido.

Así, abusando de la bronca, y como un chico, me doy el lujo de permitirme bronca por no haber estado en todos lados. Por no haber tenido todo el tiempo al cuadrado, ni haber sido superheroe para asir el todo por lo menos un instante. Digo 30 años, pero en realidad es toda la vida.

Digo bronca... ... bronca como forma de decir, como se llora de felicidad, como valor parido del miedo, como gusta lo que gusta, que gusta y duele.
Digo bronca por decir bronca y si fuera bronca, bronca buena... .... porque revuelvo, reconstruyo, me mojo en orines de risas, tan mojados, tan de risa orinada como en su origen, vuelvo a las angustias dulces, recupero olvidos, aquellos irrevocablemte guardados y humanamente olvidados, acumulo historias paralelas y simultaneas pero ajenas, entonces propias por la emoción de aquel colegio, identidad y pertenencia .... . Me reencuentro, encuentro, reconozco y conozco. Me advierto que en 5 años no he conocido a todos, y desvela a tantos años agrandar aquel tiempo tan propio, tan nuestro, tan imprescindiblemente querido. Tener desconocidos conocidos. Ver cómo se expande un común que a tantos años nos convidamos sin haber estado instante a instante, pero paradójicamente, o imprescindiblememte siendo parte. Presentarme a tantos que siempre estaban y estuvieron, tenerlos desde siempre pero por primera vez.. ..Qué suerte, aquellos 5 años se hacen cada dia mejores... y se las rebuscan para untar 30 de algo que ya no mido.

en definitiva, ¿qué amor que todavía no se extrañe lo haya sido, ni con qué pasión sin el deseo hoy mismo urgente y vivo podemos estar honrando nuestra vida?

correr por el patio, saltar todos juntos,
mirar hacia el cielo, llorar en tu hombro,
somos bachilleres, y mucho más que eso... ...
muchisimo más que eso... ...


ENTRADA ORIGINAL DEL POYO MIRABELLI CON ACENTOS Y EÑES A CARGO DE LA BRUJA

3 comentarios:

laura dijo...

¿qué hacer con lo que no fue? Creo que el reencuentro, de cerca o a la distancia, me dispara esa pregunta.
¿cuál fue el criterio -o la casualidad- que hizo que conociera y tratara a algunos sí y a otros no? ¿por qué me hice amiga de algun@s y enemiga de otr@s? Y la peor pregunta de todas: ¿por qué la indiferencia? Porque el dúo amistad/enemistad es atención y a veces hasta pasión, pero la indiferencia ...

Unknown dijo...

Es que uno no puede elegir. Las cosas se dan como vienen barajadas. Dos veces me ocurrio (una aca y otra alla) que recien incorporado a nuevos laburos, alguien me hiciera una especie de interrogatorio sobre mi y mis cosas, y ante mis respuestas probablemente potables, estas gentes me dijeron: "tenemos mucho en comun - podemos ser amigos". Y yo, en el mismo momento que ellos me decian esto, pensaba: no, justamente esto demuestra que no podemos ser amigos. amigos por receta? de ninguna manera.

ahora leo mensajes de algunas gentes, y me digo, puta, que lindo hubiera sido conocerlos antes. y despues me digo que no, que justamente el no haberlos conocido antes es lo que hace interesante encontrarlos ahora.

saludos

claudio

laura dijo...

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